Ruralidad

En casi 20 años los incendios dañaron una superficie equivalente a 12 ciudades de Córdoba

Los 5.358 incendios forestales que se registraron en las sierras de Córdoba entre los años 1.999 y 2.017 afectaron 700.376 hectáreas, superficie equivalente a 12 ciudades de Córdoba, de acuerdo a los datos de un estudio que publicó el sitio Unciencia de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

El informe estadístico surgió del trabajo de un grupo de investigación del Instituto Gulich (UNC-Conae) que se enfocó en ese periodo de tiempo en la zona de Sierras Chicas, relevando los focos con un registro cartográfico alimentado de las imágenes provistas por el satélite Landsat, capaz de captar longitudes de onda como el infrarrojo cercano y el infrarrojo medio.

Juan Argañaraz, investigador del Instituto de Gulich, dijo al respecto que “la mayoría de los incendios tiene un origen antrópico: la actividad humana es el principal desencadenante de estos eventos”.

Asimismo, aseguró que cuando se dan fuegos de origen natural están asociados “a la caída de un rayo, pero de suceder, siempre se da en un contexto de formación de tormenta”, aunque contó que eso generalmente ocurre en condiciones de mayor humedad y “es más difícil que el fuego se propague”.

Además, el especialista indicó que las superficies quemadas son más propicias a incendiarse en los años posteriores.

Argañaraz resaltó que la recuperación total lleva al menos 30 años y que “las especies de las sierras de Córdoba son de crecimiento bastante lento, de entre cinco y 20 centímetros al año. Por eso se necesitan entre dos y tres décadas para que puedan crecer y alcanzar una altura suficiente que les permita escapar a un fuego subsiguiente”.

Durante 19 años, el relevamiento arrojó como resultado que el fuego afectó 38,3% de las Sierras Chicas (311.544 hectáreas), un 30,1% de las Sierras Grandes (176.238 ha.), el 15,6% de las Sierras del Norte (122.689 ha.) y el 36,9% de las Cumbres de Gaspar (89.905 ha.).

Esos segmentos del espectro son especialmente útiles para detectar cambios en el estado de la vegetación y el procesamiento ulterior de las imágenes satelitales es lo que posibilita identificar las áreas quemadas.

Fuente: Télam