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Los cítricos afectados por los problemas climáticos

Las altas temperaturas y la sequía del verano afectaron la producción de cítricos en Argentina. Con precipitaciones muy por debajo del promedio, muchos productores anticiparon que la campaña 2022 iba a ser de poco tamaño. Por ese motivo, gran parte del citrus del norte argentino que tenía destino de exportación terminó en el mercado interno, o vendido a precios menores a la industria.

Al verano casi sin lluvias le siguieron abundantes precipitaciones en la región citrícola del noreste nacional, ocasionando problemas a los productores. Muchos cultivos de citrus sufrieron de splitting o rajado de la fruta. Los lotes más afectados fueron los de mandarina Nova, Encore y Dancy. Los cultivos de naranja Ombligo también se mostraron susceptibles al rajado.

Este desorden fisiológico tiene lugar cuando hay cambios bruscos de clima durante el crecimiento de la fruta. Si el clima es muy seco la planta paraliza casi todas sus funciones para sobrevivir, haciendo que la cáscara pierda flexibilidad. Cuando sobreviene un exceso de riego o precipitaciones y se activa la hidratación, la cáscara no puede resistir la presión interna y termina rajándose. Con la pulpa expuesta, el splitting permite la proliferación de hongos en la fruta.

Por otra parte, en Tucumán extendieron los monitoreos para detectar Diaphorina citri, el insecto vector del Huanglongbing (HLB). A principios de marzo hallaron el insecto en la zona urbana de García Fernández, por lo que decidieron investigar la presencia de este vector en la región.

La inspección ya alcanzó a 1992 plantas cítricas y 1 naranjo jazmín en 401 viviendas de zonas urbanas. Además, los agentes monitorearon viviendas en las localidades de Villa Fiad, Pala Pala, Villa Regina, Los Sueldos Erin y Esquina. En total tomaron muestras de 16 plantas y 6 insectos.

Los equipos técnicos también recorrieron 100 hectáreas de establecimientos productivos, donde no se encontró ningún elemento sospechoso.

Las altas temperaturas y la sequía del verano afectaron la producción de cítricos en Argentina. Con precipitaciones muy por debajo del promedio, muchos productores anticiparon que la campaña 2022 iba a ser de poco tamaño. Por ese motivo, gran parte del citrus del norte argentino que tenía destino de exportación terminó en el mercado interno, o vendido a precios menores a la industria.

Al verano casi sin lluvias le siguieron abundantes precipitaciones en la región citrícola del noreste nacional, ocasionando problemas a los productores. Muchos cultivos de citrus sufrieron de splitting o rajado de la fruta. Los lotes más afectados fueron los de mandarina Nova, Encore y Dancy. Los cultivos de naranja Ombligo también se mostraron susceptibles al rajado.

Este desorden fisiológico tiene lugar cuando hay cambios bruscos de clima durante el crecimiento de la fruta. Si el clima es muy seco la planta paraliza casi todas sus funciones para sobrevivir, haciendo que la cáscara pierda flexibilidad. Cuando sobreviene un exceso de riego o precipitaciones y se activa la hidratación, la cáscara no puede resistir la presión interna y termina rajándose. Con la pulpa expuesta, el splitting permite la proliferación de hongos en la fruta.

Por otra parte, en Tucumán extendieron los monitoreos para detectar Diaphorina citri, el insecto vector del Huanglongbing (HLB). A principios de marzo hallaron el insecto en la zona urbana de García Fernández, por lo que decidieron investigar la presencia de este vector en la región.

La inspección ya alcanzó a 1992 plantas cítricas y 1 naranjo jazmín en 401 viviendas de zonas urbanas. Además, los agentes monitorearon viviendas en las localidades de Villa Fiad, Pala Pala, Villa Regina, Los Sueldos Erin y Esquina. En total tomaron muestras de 16 plantas y 6 insectos.

Los equipos técnicos también recorrieron 100 hectáreas de establecimientos productivos, donde no se encontró ningún elemento sospechoso.

El referente del Programa de Prevención del HLB en el Centro Regional Corrientes-Misiones del Senasa, Alejandro Spengler, brindó detalles sobre las tareas al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. “Trabajamos muy bien, conocimos la zona y pudimos contarle nuestras experiencias a los vecinos del lugar. Le explicamos cómo debe proceder al comprar una planta cítrica, que lo haga en lugares habilitados por Senasa y que la planta tenga certificación. Todo esto suma para prevenir el HLB”, remarcó.

Las tareas son llevadas adelante por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), que en los últimos días sumó personal de Entre Ríos, NOA Norte, Buenos Aires, Corrientes y Misiones. También participan las asociaciones Fitosanitaria del NOA (Afinoa), Citrícola del Noroeste Argentino (Acnoa), la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Provincia de Tucumán.

Fuente: revista InterNos