El borrador de la declaración final de la COP26 expresa «alarma» y pide acelerar recorte de emisiones
Negociadores de la conferencia de la ONU sobre clima difundieron este miércoles un proyecto inicial de declaración final que expresa «alarma y preocupación» por el calentamiento global y renueva el pedido de que el mundo recorte a la mitad sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030.
El borrador de declaración publicado en la COP26 de Glasgow, Reino Unido, no muestra acuerdos concretos en torno a tres grandes metas que la ONU se había fijdado para las conversaciones.
El texto menciona la necesidad de recortar las emisiones un 45% para 2030 respecto a los niveles de 2010 para alcanzar la neutralidad de carbono, o sea emitir tantos gases como los que se retengan tanto por medios naturales como artificiales.
La declaración urge a los países a «acelerar la reducción progresiva del carbón y de los subsidios a los combustibles fósiles», aunque no habla de manera explítica de poner fin al uso de petróleo o gas.
El borrador también admite «con pesar» que las naciones ricas no han cumpido con su promesa de dar 100.000 millones de dólares al año a los países pobres para ayudarlos con el calentamiento global, informó la cadena de noticias BBC.
El documento reafirma las metas fijadas en París en 2015 de limitar el calentamiento global este siglo en 2°C respecto a los niveles preindustriales, con un objetivo más ambicioso de tratar de mantenerlo en 1,5°C.
Al hacer referencia a los desafíos que representa alcanzar esas metas, el borrador expresa alarma y preocupación por el hecho de que las actividades humanas han causado hasta ahora un calentamiento global de alrededor de 1,1°C y que el impacto ya se está sintiendo en todas las regiones».
En un guiño a uno de los reclamos centrales de los países más pobres, la declaración «urge» vagamente a las naciones desarrolladas a compensar a las menos desarrolladas «por las pérdidas y los daños», una frase que disgusta a muchos países ricos.
Sea cual sea la resolución final, debe ser aporbada de manera unánime por los casi 200 países que asisten al encuentro de dos semanas que termina este viernes, aunque no es raro que estas conferencias se extiendan un poco más de lo previsto.