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Alimentación sustentable, clave para proteger el planeta

La alimentación sustentable o sostenible se refiere a una dieta de impacto ambiental reducido, conforme a orientaciones nutricionales accesibles y culturalmente aceptables, así lo define la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).

Llevar una alimentación sustentable requiere considerar varios factores: las necesidades nutricionales de cada individuo, la huella hídrica, la erosión de la tierra, el uso de pesticidas, la procedencia de los alimentos de origen animal o vegetal, entre otros.

Toma conciencia

La huella hídrica es la cantidad de agua que se gasta en la producción de cada alimento. Por ejemplo, de acuerdo a la FAO, por cada kilo de carne de ternera se gastan 15 mil litros de agua; por cada kilo de carne de cerdo se gastan 6 mil litros de agua; por un kilo de carne de pollo se gastan 4300 litros, para 1 kilo de arroz se requieren 3400 litros de agua, para 1 kilo de lentejas se ocupan 50 litros de agua, por cada tomate cultivado se gastan 13 litros de agua, por una papa 25 litros, por una naranja 50 litros y por cada manzana se gastan 70 litros de agua.

La erosión del suelo se da por múltiples causas, entre ellas la deforestación, los monocultivos y el pastoreo intensivo. La gran demanda de granos, para consumo de los humanos y para alimentación de los animales que luego serán consumidos por los humanos, lleva a la tala de bosques para los monocultivos que, sumado al uso de pesticidas, afecta la calidad del suelo y al ecosistema en general.

El uso de pesticidas afecta a las especies polinizadoras como las abejas, cuyo trabajo es vital para la producción de alimentos, además de contaminar el suelo. Lola Yoong, health coach, resalta que al consumir productos orgánicos se evita la contaminación de los suelos y del agua, pues los químicos que se usan en los cultivos convencionales pueden llegar a las aguas subterráneas y continuar en un ciclo de contaminación que afecta a la salud.

Pasa a la acción

Resulta difícil proponer una dieta específica, pues la alimentación sostenible depende de múltiples factores. Ya sea que lleves una dieta omnívora, pescetariana, vegetariana, vegana u otra, con los siguientes parámetros ayudas al cuidado ambiental:

 Reduce el consumo de carnes y prefiere aquellas que provengan de animales de libre pastoreo, aplica el mismo parámetro para los derivados como leche o huevos. Yoong recomienda simplemente incrementar el consumo de vegetales y de esta manera reducir la porción o cantidad de carnes. Una buena opción es sumarse al movimiento Lunes sin carne o hacerlo en cualquier día de la semana; también sugiere plantearse comer carnes solo en una de las tres comidas diarias.

 Si consumes productos de origen animal, ¡usa todas sus partes! La piel y sus huesos pueden hervirse para obtener un caldo que se puede congelar y usar como base para otras preparaciones. ¿Cómo hacer un caldo de huesos? Yoong explica: Los huesos de pollo, res o cerdo se pueden hervir a fuego lento entre 5 y 48 horas para obtener un caldo lleno de colágeno. Se le pueden añadir hierbas y el resultado tomarlo como un consomé o congelarlo para usar como base de otras preparaciones. Puede durar un mes en el congelador, sin problema, detalla. «Este caldo tiene la capacidad de restaurar la flora intestinal», resalta.

 Elige cereales, frutas y vegetales de cultivos orgánicos, así reduces el uso de pesticidas, cuidas la tierra y proteges a las especies polinizadoras. Los restos de vegetales también se pueden hervir (por una o dos horas) para crear caldos que sirven como fondos para otras preparaciones, comenta Yoong.

 Busca productos locales y de temporada. Con ello reduces el impacto del transporte internacional y te acoplas al ritmo natural de los cultivos.

 Compra solo lo necesario, guarda los alimentos correctamente, ¡no desperdicies comida! Wilson Quichimbo, chef, percibe un exceso en el consumo de ciertos alimentos y llama a buscar el equilibrio. «Con mi esposa suplantamos el arroz por brócoli, quinoa, coliflor… buscamos equilibrar con proteínas vegetales, hidratarnos adecuadamente», detalla. No consumir lo que llena, si no lo que alimenta, es una premisa en su dieta. Además, llama a despertar la creatividad para usar todos los alimentos. Si te sobra alguna fruta y crees que no la vas a utilizar, añádela a una ensalada.

Crea el hábito

Valora los frutos de la tierra en cada bocado. Es más fácil de lo crees. Vamos a convertir nuestro universo en un EcoUniverso. (F)

Fuente: eluniverso.com

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