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Moda sustentable: ¿por qué el 70 por ciento de la ropa se desecha?

EL DESAFÍO DE PRODUCIR MODA SUSTENTABLE.

El término sustentable aparece cada vez con mayor frecuencia en temas relacionados con la moda. Y está bien que así sea, eso habla de una mirada responsable del mundo de la moda sobre los problemas ambientales y sociales que provoca esta industria. La sustentabilidad no pone sólo el foco en los productores, sino también en los consumidores. Sabemos que consumir no es ni bueno ni malo, sino que es necesario. Pero como nuestros hábitos de consumo son perjudiciales para la salud del planeta, es momento de reflexionar.

Comencemos por analizar el término sustentable. Este concepto surge de un informe ambiental publicado por la ONU en 1987, que se conoce como informe Brundtland por el nombre de su autora. Mujer que, además de haber sido primera ministra de Noruega tres veces, acuñó el concepto de desarrollo sustentable que se usa a nivel mundial.

El desarrollo sustentable propone que las sociedades deberán usar los recursos naturales en cantidad suficiente para satisfacer las necesidades de las personas hoy, sin poner en riesgo las necesidades de las generaciones futuras.

Sin embargo, al observar que en los últimos cien años la población del planeta se multiplicó por 4 y la producción por 20, nos damos cuenta que, a este paso, el cambio climático, la acumulación de residuos, la contaminación por plástico y muchos otros problemas ambientales no dejarán de agravarse.

Le estamos pidiendo al planeta que nos brinde recursos que luego desperdiciamos. Se calcula que a nivel mundial el 70% de las prendas que se compran terminan en los depósitos de residuos. Y lo que no tiramos, lo acumulamos, de forma tal que tuvo que venir Marie Kondo a ordenarnos el placard.

Treinta años después de aquel informe aprendimos que sustentable también significa trabajo y precio justo para todos los que intervienen en la cadena de valor de una prenda. A los consumidores no les hace feliz vestir con trabajo precario o mano de obra mal remunerada.

Fuente: revista Marie Claire