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La importancia del Café Sustentable

Hasta ahora, los consumidores exigíamos un producto de la máxima calidad a un precio adecuado. Pero cada vez nos preocupamos más por el entorno y exigimos una producción que respete el medio ambiente.

En Café Veracruz compartimos esta inquietud y exigimos, además de una calidad máxima, unos mínimos de sostenibilidad. Así, algunos de nuestros cafés de origen orgánico, mucho más allá de cumplir con estos mínimos producen lo que se llama un Café Sustentable. Pero…

¿Qué entendemos por sustentable?

Normalmente se entiende «sustentable» como aquellos procesos biológicos que se mantienen «diversos y productivos con el transcurso del tiempo» … bueno, esta es una definición muy ambigua que podemos encontrar en la Wikipedia (… y con la definición de la RAE lo tenemos aún peor, pues se limita a un escueto «adjetivo | Que se puede sustentar o defender con razones.»)

Pero tal vez quede más claro si explicamos lo que consideramos prácticas o requisitos indispensables para que un café sea sustentable y las que no se pueden encuadrar en este término.

Requisitos del café sustentable

1- Realizar Buenas Prácticas Agrícolas

Entenderemos por buenas prácticas agrícolas aquellas que evitan por completo la utilización de productos agroquímicos.

Prácticas agrícolas no sustentables

En una explotación agrícola típica (orientada a la producción intensiva) si una enfermedad o una plaga ataca a los cafetos de la finca, en esas fincas no dudarán en utilizar pesticidas agro-químicos.

Estos productos son altamente efectivos sobre la enfermedad o plaga a la que atacan y además suelen ser bastante económicos. Pero por desgracia sus efectos suelen producir daños colaterales más allá de su objetivo.  A veces dañan el terreno, debilitan la planta, perjudican la calidad del café o incluso contaminan el producto final.

Prácticas agrícolas sustentables

Sin embargo, en una finca sustentable se evitan por completo estos procedimientos.

Esto no quiere decir que no se actúe contra las enfermedades o plagas, sino que se toman acciones naturales que mantienen intacta la calidad y naturalidad de los productos. Si, por ejemplo, aparece una plaga determinada de un insecto, esta puede tratarse aumentando la población de otra especie predadora de la primera. Si se presenta una enfermedad por la falta de un nutriente puede que se añada un abono natural rico en el nutriente que la planta necesita.

2- Respetar el entorno

Explotaciones intensivas

En una producción de café intensiva prioriza siempre la posibilidad de maximizar el beneficio económico de la inversión.

Esto, a menudo, pasa por la destrucción de parte de la flora y la fauna del entorno así como una mayor ‘fatiga’ del terreno y las plantas. A corto plazo, esta estrategia genera unos mayores beneficios económicos, puesto que la producción aumenta.

Sin embargo, a medio y largo plazo la calidad del producto decrece y la explotación ha de ser abandonada antes de tiempo. Cuando esto ocurre, lo que se deja atrás suele ser un terreno estéril, un entorno dañado por los daños que se produce en su ecosistema.

 Fincas sustentables

En las fincas de café sustentable, sin embargo, se lleva a cabo una producción controlada que respeta al máximo el entorno en el que se desarrolla. Esta práctica, a pesar de conseguir producciones anuales un poco inferiores, hace posible que el entorno en el que crecen los cafetos se mantenga intacto. A largo plazo esto es mucho más beneficioso tanto para el medio ambiente (pues no se deteriora en entorno) como para la calidad del café (porque no olvidemos que ese entorno tiene gran parte de la ‘culpa’ de lo especial de cada café de terroir).

3) Llevar a cabo un Comercio Ético

Ya hemos hablado de los requisitos agrícolas y medioambientales que debe de cumplir un café sustentable en su elaboración. Le toca ahora a los requisitos necesarios en el proceso de comercialización.

Existen muchas iniciativas internacionales dedicadas a fomentar un comercio que respete los derechos humanos y laborales en origen. (… y desgraciadamente también existen muchas empresas que aprovechan la situación y vulnerabilidad de otros países para comprar más barato a costa de saltarse estos derechos)

El comercio ético va más allá de los requisitos del comercio justo y exige que se cumplan todos esos requisitos laborales y en materia de derechos humanos, pero sin olvidar un factor clave: exigiendo la máxima calidad en el resultado final del producto.

Lo que normalmente se entiende por comercio justo se centra en estos valores humanos-laborales a cambio de los cuales, el distribuidor, paga un sobreprecio por el producto.

En el comercio ético no se paga un «sobreprecio». El respeto de estos derechos es una exigencia implícita por la que no se debería pagar. Si se paga más por un café sustentable que otro café no sustentable de la misma calidad en el producto final es porque se reconoce el trabajo extra de hacer bien las cosas más para llegar a un resultado final óptimo. Pero hay que dejarlo claro:  la calidad no es negociable.

Fuente : cafeveracruz.com