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Inversiones chinas desataron la «guerra del cerdo»

Ya a principios de año se dijo que debido a la crisis de la Peste Porcina Africana (PPA) en China, las empresas del país asiático estaban interesadas en invertir en Argentina en asociación con productores locales. El objetivo es desarrollar la industria porcina y abastecer al mercado chino teniendo en cuenta que erradicación de la enfermedad les podría demandar a los chinos, más de 10 años

Luego de la firma de un memorando de entendimiento entre la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP) y la Asociación China para la Promoción y el Desarrollo Industrial de China (CAPID, por sus siglas en inglés) se avanzó en un proyecto que podría impulsar inversiones por U$s 27.000 mil millones en los próximos 4 a 8 años y generar U$s 20.000 millones anuales en exportaciones de carne de cerdo y sus derivados, convirtiendo a Argentina en uno de los principales productores a nivel mundial.

El Gobierno negocia ahora con China un ambicioso plan para la exportación masiva de carne de cerdo a dicho país que, según las cifras oficiales, requeriría de una inversión en instalaciones e infraestructura de hasta US$ 2.700 millones de aquí a tres años. Para entonces esperan estar exportando hasta 930.000 cabezas faenadas de porcino al año por un valor de hasta US$ 2.000 por año.

En el plan de corto plazo, de 1a 3 años se podría tener a disposición 20 granjas tecnificadas con una inversión requerida de esos US$ 2.700 millones en una etapa para generar exportaciones por US$ 2.000 millones. Pero en el memorándum que piensan firmar también contemplan una inversión a ocho años que llegaría a los US$ 27.000 millones planeados con 200 granjas tecnificadas y exportaciones hasta por US$ 20.000 millones.

Ahí se alcanzaría los 93 millones de cabezas faenadas, con 20 millones de toneladas de maiz y 5 millones de toneladas de porotos para alimentarlos. Uno de los problemas que presenta la Argentina hoy es la falta de cerdas, para la reproducción, Y en el plazo de ocho años quieren tener 3 millones de madres.

Fuentes de la agroindustria, que están al tanto de las negociaciones señalaron a Clarín que «el potencial es enorme», y hasta se «quedan cortos», con la proyección. Pero al mismo tiempo remarcaron que «muy difícilmente puedan llevar a cabo el plan si no incorporan fuertemente al sector privado», incluyendo a los grandes como a Cargill, Cofco, o Smithfield, adquirida por los propios chinos hace cinco años.

Las conversaciones de Argentina con China por la llegada de inversiones para la producción de cerdos generaron controversia dentro y fuera del sector.

Sectores a favor y otros en contra pusieron al tema dentro de la agenda. Miradas ecologistas y ambientalistas lo plantean como negativo mientras que para el Gobierno es trabajo y dólares. Por otro lado, el sector porcino toma sus recaudos a la hora de posicionarse, advierte una nota de Edición Rural.com.

El megaproyecto chino implicaría una millonaria inversión que permitiría, según indican los promotores, en un plazo de ocho años pasar de producir 6 millones de cabezas de cerdo a 100 millones. Bajo la mirada oficial, el acuerdo sería generar cortes solo para el mercado chino y no interferir en el mercado interno. Todo bajo legislación argentina y mano de obra local.

La Mesa de las Carnes viene trabajando con el Gobierno sobre el coronavirus, la relación con China y sobre este acuerdo para el sector porcino en particular. El presidente de la Mesa, Dardo Chiesa, manifestó en diálogo con Agrofy News: “El secretario de Ganadería, José María Romero, nos expresó que estas plantas estarían exclusivamente destinadas hacia China, sin interferir el mercado interno, que es importante para nosotros”. Chiesa resaltó la importancia de las inversiones extranjeras, siempre y cuando sean bajo legislación argentina y con personal local. “Si dan trabajo a los argentinos no tenemos ningún problema”.

El sector porcino destina actualmente el 96 % de la producción al mercado interno. Jorge Brunori de la Estación Experimental INTA Marcos Juárez sostiene que la incertidumbre en el sector tiene que ver con lo que puede pasar después de la pandemia: «Va a impactar en el poder adquisitivo de la gente, lo que nos hace dudar sobre la recuperación del consumo”, sostuvo.    

Ante este escenario, se plantea la necesidad de escalar la producción porcina y no depender solo del mercado local. El presidente del consorcio exportador de cerdos ArgenPork, Guillermo Proietto, señaló que actualmente ya están trabajando para el crecimiento de la industria porcina y la cantidad de madres. Pero sostuvo que se necesita financiamiento con líneas específicas y condiciones acordes. “El empresario argentino está predispuesto a invertir en madres, pero se necesita financiamiento adecuado y resolver la recuperación del IVA en el sector.

El anuncio del proyecto generó revuelo en las redes sociales, dice Edición Rural.com y agrega que «quien públicamente salió a manifestarse en contra fue la influencer y autora de los libros «Malcomidos» y «MalaLeche», Soledad Barruti».

A través de su cuenta personal publicó un video donde menciona los posibles daños que produciría el megaproyecto al medio ambiente. “Nos pone en peligro con prácticas productivas brutales y usando los bienes comunes como si fueran suyos”, argumentó. El sector ganadero salió a responder y argumentar cuál es el impacto de la producción de carne. En este sentido, el presidente de la Mesa de la Carne, Chiesa explicó: “Todas las producciones están bajo normas de buenas prácticas y la producción de animales está centrada en tener una producción amigable con el medio ambiente”.

Además, se refirió a las acusaciones de que el sector ganadero es el generador del calentamiento global. “Ha habido un embate en los últimos años diciendo que los ganaderos, somos los responsables del calentamiento global. Si vemos las fotos satelitales antes de la pandemia y pos pandemia vemos que aparecen limpias”. “Los que éramos responsables resulta que no lo éramos”, concluyó

Por su parte, el técnico del INTA  Marcos Juárez refutó los argumentos. “Lo que se plantea en redes sociales está muy lejos de la realidad”. En este sentido, coincidió en que los sistemas apuntan al bienestar animal.

 “Hoy cualquier proyecto tiene normativas nacionales y provinciales que cumplir, no hay ningún criadero de cerdos que vaya a volcar los efluentes donde le parece», agregó Brunori y detalló que cuando se habilita un criadero, primero hay que cumplir con la normativa ambiental antes de empezar con el criadero.