La rotación de la Tierra se desacelera: La NASA revela el impacto oculto de un megaproyecto humano
No todas las consecuencias del desarrollo humano son visibles a simple vista. Algunas ocurren a escalas imperceptibles, pero con impactos globales. La NASA ha confirmado que uno de los mayores proyectos de ingeniería del planeta —la presa de las Tres Gargantas en China— ha logrado lo impensable: modificar la rotación de la Tierra, aunque sea mínimamente. Un fenómeno que demuestra cómo nuestras intervenciones pueden alterar el propio comportamiento del planeta.
El poder oculto tras una presa colosal

Ubicada sobre el río Yangtsé, la presa de las Tres Gargantas no solo es el mayor proyecto hidroeléctrico del mundo, sino también una estructura con efectos físicos medibles a escala planetaria. Con una capacidad de almacenamiento de 40.000 millones de metros cúbicos de agua, esta gigantesca obra de ingeniería redistribuye una cantidad colosal de masa en la superficie terrestre.
Según un informe citado por Daily Galaxy y respaldado por estudios de la NASA, esta redistribución ha provocado una ralentización de la rotación de la Tierra de 0,06 microsegundos por día. Aunque imperceptible en la vida cotidiana, este cambio es científicamente significativo y medible.
¿Por qué afecta al planeta?

El fenómeno se explica por un principio físico sencillo: la masa concentrada cerca del ecuador tiende a ralentizar la rotación terrestre, mientras que la masa cerca de los polos la acelera. Al acumularse tal volumen de agua lejos de los polos, la presa desplaza parte del peso del planeta hacia una región que contribuye a desacelerar su giro.
El científico chino de la NASA, Benjamin Fong Chao, explica que este fenómeno, aunque pequeño, no es anecdótico. “Es una consecuencia inevitable y medible de la redistribución de masa en la Tierra”, señaló. Añade que este tipo de intervenciones deben tener en cuenta no solo el impacto ambiental local, sino también los efectos físicos globales.
No es la única alteración humana o natural

Este no es el primer caso documentado en el que una intervención —humana o natural— modifica parámetros físicos del planeta. Un ejemplo dramático fue el tsunami de Indonesia en 2004, que logró desplazar el Polo Norte unos 2,5 centímetros debido al violento movimiento de las placas tectónicas.
Estos casos subrayan la sensibilidad del sistema terrestre frente a grandes cambios de masa, ya sea por catástrofes naturales o megaproyectos humanos.
Innovación con conciencia planetaria
La presa de las Tres Gargantas no deja de ser una maravilla tecnológica: genera más de 22.500 megavatios de electricidad y en 2020 alcanzó un récord de producción de 112 teravatios-hora. Sin embargo, su impacto oculto sobre la dinámica de rotación del planeta invita a una reflexión urgente: ¿somos plenamente conscientes de las huellas invisibles que dejamos en la Tierra?
Como apunta Chao, la innovación no puede desligarse de la sostenibilidad. Incluso una fracción de microsegundo puede recordarnos que compartimos un sistema interconectado, en el que todo, por pequeño que parezca, repercute a una escala mayor.