Contaminación atmosférica aumenta riesgo de cáncer de tiroides en niños y adolescentes
La exposición al aire contaminado con partículas finas (PM2,5) puede dañar la salud mental de los adultos mayores y también aumenta el riesgo de cáncer de tiroides en niños, según dos estudios independientes de la Universidad de Londres y la Universidad de Yale, respectivamente.
El estudio de la Universidad de Yale, publicado en la Environmental Health Perspectives, sugiere que la exposición durante los primeros años de vida a la contaminación del aire por partículas finas y la luz artificial exterior por la noche tiene una asociación significativa con el desarrollo de cáncer papilar de tiroides en niños y adolescentes hasta 19 años.
«Estos resultados son preocupantes, sobre todo teniendo en cuenta lo extendidas que están ambas exposiciones», afirmó Nicole Deziel, doctora en Medicina y Salud Pública, epidemióloga medioambiental de la Escuela de Salud Pública de Yale (YSPH) y autora principal del estudio.
Estas partículas finas están presentes en la atmósfera urbana principalmente debido al tráfico vehicular y las actividades industriales; mientras que la luz artificial nocturna es común en áreas densamente pobladas.
El análisis incluyó a 736 individuos diagnosticados con cáncer de tiroides antes de cumplir 20 años, comparados con un grupo de control de 36,800 participantes emparejados según su año de nacimiento, todos residentes de California. Este mostró que por cada aumento de 10 microgramos por metro cúbico en la exposición a PM2,5, las probabilidades de desarrollar cáncer de tiroides aumentaban en un 7% en general.
El estudio indica que la relación más fuerte entre la exposición y el cáncer de tiroides ocurrió entre adolescentes (15-19 años) y niños hispanos. Además, se observó que los niños nacidos en áreas con altos niveles de exposición nocturna a luz artificial tuvieron entre un 23% y 25% más probabilidades de desarrollar cáncer de tiroides.
«El cáncer de tiroides es uno de los cánceres de más rápido crecimiento entre niños y adolescentes, y sin embargo sabemos muy poco sobre las causas que lo provocan en esta población», afirmó Deziel, profesor asociado de epidemiología y codirector del Centro de Epidemiología Perinatal, Pediátrica y Ambiental de Yale.
«Nuestro estudio es la primera investigación a gran escala que sugiere que estas exposiciones tempranas en la vida -específicamente a las PM2,5 y a la luz exterior por la noche- pueden desempeñar un papel en esta preocupante tendencia«.