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Transición energética: avanzando hacia energías limpias en Argentina


Argentina alcanzó el puesto número 47 del Índice de Transición Energética que mide el Foro Económico Mundial de Davos (WEF, por sus siglas en inglés). Según la edición 2021 del informe ‘Fostering Effective Energy Transition’, que releva un total de 115 países, el país avanzó nueve puestos.

En su décima edición, el estudio se basó en los conocimientos del índice de transición energética (ETI), que compara el desempeño actual de los sistemas energéticos de los países en las tres dimensiones del triángulo energético: desarrollo y crecimiento económico; sostenibilidad ambiental, seguridad energética y acceso; así como su disposición para la transición a sistemas energéticos seguros, sostenibles, asequibles e inclusivos.

ENERGÍA RENOVABLE

¿Qué tipos de energías renovables existen y qué papel juegan?

Las energías renovables son aquellas que se obtienen de fuentes naturales y son inagotables o con capacidad de renovación. Estas energías se han convertido en parte clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y en el objetivo de lograr la sostenibilidad del planeta. Entre ellas podemos encontrar la energía solar, eólica, hidráulica, geotérmica, mareomotriz, undimotriz, la biomasa o el biogás.

Respecto a América Latina y el Caribe, el informe destaca que la región lidera en sostenibilidad gracias a que cuenta con una gran base hidroeléctrica instalada. Además, señala que se puede llegar a más mejoras si se trabaja en la asequibilidad de la energía, ya que los precios siguen siendo altos. Si bien la región ha logrado un acceso casi universal a la electricidad, el estudio indica que la calidad del suministro sigue siendo un desafío en muchos países.

En general, para mejorar la resiliencia del proceso de transición energética el informe 2021 hace tres recomendaciones: buscar una transición justa priorizando medidas de apoyo a la economía, la fuerza laboral y la sociedad; impulsar la electrificación mientras se exploran otras opciones para descarbonizar las industrias; atraer fuentes de capital diversificadas y resilientes del sector público y privado para financiar inversiones de varios años y varias décadas.

Un compromiso a largo plazo

En cuanto al futuro, la WEF estima que para 2050 las energías renovables podrían emplear a más de 100 millones de personas en el sector, lo que aumentaría el PBI mundial en un 2,5%. El desafío es lograr que estos avances se distribuyan uniformemente en todas las regiones.

BBVA en Argentina acompaña la transición con una agenda de sostenibilidad que hace foco en sus clientes, en la comunidad y en el cuidado del medio ambiente, acompañándolos en el camino hacia un mundo más verde e inclusivo.

A través de los Eco Préstamos,  BBVA promueve la adaptación de los hogares  en el uso de fuentes energéticas limpias, como es la financiación a tasas especiales de la adquisición de paneles solares y electrodomésticos con eficiencia energética ‘A’ o superior.

CONSUMO ENERGÉTICO

¿Cuánta energía consumen los electrodomésticos?

Saber el consumo que tienen los electrodomésticos de casa es clave para poder ahorrar en la factura de la luz. Sin embargo, muchos consumidores no conocen exactamente de qué elementos se compone dicho recibo. En este sentido, principalmente, cabe destacar dos principales: el número de kilovatios (kW) que tenemos contratados y la cantidad de kilovatios hora (kWh) que se han consumido en el hogar durante un periodo de tiempo determinado.

En el marco de su Plan Global de Ecoeficiencia, BBVA concretó en Argentina un acuerdo de compra de energía renovable eólica, tecnología que permite disponer de energía limpia a partir de aerogeneradores que transforman la energía del viento en electricidad. Este tipo de energía se obtiene del viento a través de un generador eólico, caracterizada por ser inagotable, no contaminante y que contribuye a la reducción del uso de combustibles fósiles causantes de los gases de efecto invernadero.

A nivel global BBVA anunció recientemente su compromiso de reducir a cero su exposición a actividades relacionadas con el carbón, dejando de financiar a empresas en esas actividades. Lo hará antes de 2030 en los países desarrollados y antes de 2040 en el resto de países en los que está presente.