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Argentina avanza hacia la economía circular

Argentina profundiza la adopción del modelo de economía circular, un paradigma en el que los residuos y desechos son reutilizados como recursos, en una lógica que reduce el impacto ambiental en la actividad productiva y genera oportunidades de negocios.

El modelo circular se potenció en los últimos tiempos en línea con los objetivos de descarbonización y de reducción de la temperatura global establecidos en el Acuerdo de París en 2015 -del que Argentina forma parte- y en los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 fijados por la Organización de Naciones Unidas (ONU).

La economía circular es uno de los ejes que tiene el desarrollo sostenible, propuesta que procura congeniar desarrollo económico con cuidado del medio ambiente.

La sustentabilidad tiene cada vez más lugar a nivel global principalmente con el avance de las energías renovables sobre el total de la matriz energética y el surgimiento de bienes y servicios sustentables.

Recientemente, la agenda internacional sobre cambio climático se vio impulsada cuando el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, decidió que la principal economía mundial reingrese al Acuerdo de París, además de comprometerse a recortar las emisiones de dióxido de carbono entre el 50% y el 52% con respecto a los niveles de 2005 para finales de esta década.

En este marco, el paradigma verde exige cada vez más a las empresas cumplir con estándares de sustentabilidad al momento de comercializar sus productos, pero también genera nuevos nichos de mercado y oportunidades.

En diálogo con Télam, el presidente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Rubén Geneyro, explicó que «los principales mercados externos hoy ponen a la agenda verde como un eje central».

«Pensamos la sustentabilidad como un eje estratégico desde la producción y como un elemento adicional para afianzar la promoción de las exportaciones de nuestras pymes en el mercado internacional», agregó Geneyro.

De acuerdo a un relevamiento realizado por la consultora Kearney entre 150 compañías a nivel global, aquellas que adoptaron modelos de negocios circulares reportaron un aumento de los ingresos del 32%, un maximización del 38% en el ahorro de costes, un incremento del 50% en la fidelidad de los clientes y del 70% en el reconocimiento de marca.

A nivel empresarial, la circularidad consiste fundamentalmente en utilizar energía renovable e insumos reciclables para la producción; en extender los ciclos de vida de los productos a través de la reparación y el mantenimiento; y en recuperar recursos para ser reutilizados o transformados.

El modelo se asienta sobre una buena gestión de los residuos urbanos -donde los recicladores y recicladoras juegan un rol fundamental- para su posterior reutilización como recursos productivos.

Según datos del Ministerio de Ambiente, en Argentina se genera un promedio de 45.000 toneladas diarias de residuos sólidos urbanos, lo que equivale a una tonelada de basura cada dos segundos.

En declaraciones a Télam, la representante de la subgerencia de Química y Ambiente de INTI, Nadia Mazzeo, destacó los avances en gestión de residuos en provincias como Córdoba, Chubut y San Juan (que tiene rellenos sanitarios en todas las regiones).

En la escena local, el INTI -mediante unidades técnicas vinculadas a la sustentabilidad ambiental- es un actor público estratégico en el desarrollo y transferencia de conocimientos a la industria y en generar la articulación necesaria entre sectores.

Puntualmente, se enfoca en el análisis de los ciclos de vida de los productos para redefinir procesos, productos y servicios a través del eco-diseño y la producción más limpia; y en el desarrollo de nuevos productos como los biomateriales provenientes de la valorización de residuos.

Además, el organismo trabaja en la generación de energías renovables a través de, por ejemplo, la biodigestión anaeróbica y la gasificación de biomasa; y en la consolidación del sector de reciclado en articulación con los Gobiernos municipales, responsables por ley de gestionar los residuos.

El INTI también conforma la Mesa Técnica de Trabajo de Economía Circular junto a los Ministerios de Ambiente y Desarrollo Productivo.

«La Mesa se reunió recientemente con distintas industrias como la plástica y la del caucho, donde se trabajó el tema de reciclado de neumáticos fuera de uso, por ejemplo», señaló Mazzeo a Télam.