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Energía eólica y residuos reciclables, la fórmula del grupo Eurnekian para desarrollar aeropuertos “sustentable”

Desde el 2019, Aeropuertos Argentina 2000 (AA2000), comenzó a delinear un mapa de análisis y gestión de riesgos ambientales con el foco puesto en la salud pública y en la preservación del entorno.

De este modo, la principal concesionaria de terminales aéreas de la Argentina y una de las mayores a nivel internacional comenzó a realizar un seguimiento de las normativas ambientales, y un monitoreo y medición de sus operaciones para relevar indicadores y evaluar los impactos ambientales de la gestión.

Con la pandemia del Covid-19 en el 2020, la compañía debó enfocarse en preservar sus actividades y tratar de sostener sus finanzas, comprometidas por el impacto que la pandemia tuvo en el negocio aerocomercial en general, con una fuerte caída de la actividad en sus aeropuertos y un rojo que llegó a los $7.500 millones el año pasado.

A partir de la puesta en marcha de un plan para refinanciar sus deudas, mantener las inversiones y extender los plazos de su concesión por otros 10 años, la empresa propiedad de Corporación América retoma también de lleno su estrategia para minimizar, prevenir y compensar los impactos ambientales de las operaciones de los aeropuertos. 

Para ello, ha creado un Sistema de Gestión Ambiental basado en un conjunto de directivas administrativas, de organización y conocimientos operacionales que le permitan encarar acciones y programas de optimización en el uso de los recursos y gestión responsable de los residuos.

Según explican en AA2000, el sistema cuenta con indicadores estratégicos para monitorear el desempeño en todas las terminales, diagnosticar la situación ambiental y reportar la gestión a las autoridades correspondientes.

En ese marco, los principales lineamientos establecidos para los próximos años se basan en:

  • Tomar medidas que garanticen la mejora continua y la eficiencia ambiental de los procesos productivos, para seguir creciendo de manera sostenible y sustentable.
  • Conocer el estado de situación actual del inventario de emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) para planificar, verificar y actuar por medio de metas en la reducción de las emisiones.
  • Promover entre todos los actores aeronáuticos una conducta de compromiso para la reducción de carbono y energía.
  • Desarrollar programas y planes de trabajo tendientes al cumplimiento de la normativa vigente, así como con los requisitos de responsabilidad social, seguridad e higiene y riesgos ambientales.
  • Monitorear y sistematizar indicadores específicos de todos los aeropuertos concesionados en temáticas como reciclado, residuos sólidos, peligrosos, industriales, provenientes del exterior, recursos forestales y parquización, agua potable, efluentes líquidos, suelos, sistema pluvial, emisiones, ruidos y pasivos ambientales.
  • Evaluar las operaciones y procesos de la actividad aérea con relación a la variable ambiental para mantener su control y prevenir su incidencia.
  • Asumir la responsabilidad en la formación y la participación directa del personal, promocionando los valores y las buenas prácticas medioambientales, y desarrollar una práctica participativa que genere un espacio de diálogo entre todos los colaboradores de la compañía.

Gases y huella

En ese marco, uno de los principales ejes en materia ambiental de la compañía es la lucha contra el cambio climático a partir de un programa de monitoreo ambiental para evaluar y sistematizar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) derivadas de los consumos energéticos y así implementar acciones que le permitan minimizar la huella de carbono.

En el 2019 avanzó en el monitoreo de las emisiones en los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque Jorge Newbery sobre la base de la Norma ISO 14064, alcanzando en ambas terminales el nivel mapping,

Este año comenzó organizando capacitaciones para 10 colaboradores responsables de la gestión de la huella de carbono, en las que se explicó la importancia de las mediciones y la metodología que se aplica.

En el Aeropuerto de Comodoro Rivadavia, en materia de infraestructura, para evitar contribuir al efecto de isla de calor y para minimizar el impacto de los edificios en el microclima y el hábitat humano y de vida silvestre, las áreas de techos y plantas bajas están construidas con materiales que tienen altos valores de índice de reflectancia solar. 

Por su parte, la inclusión de techos con vegetación no solo minimiza la absorción de calor, sino que también crea diversas áreas naturales que restauran las condiciones nativas, ofreciendo nuevos espacios con vegetación que contribuyen a la protección del hábitat natural y a la mitigación de la huella de carbono.

Según la empresa, las mediciones de años posteriores se encuentran en proceso de ejecución mientras que, de manera paralela, se gestionan solicitudes para exportar a Francia de  desechos contaminados con PCB (bifenilos policlorados), componente en transformadores eléctricos cuyo uso está prohibido por ser un compuesto altamente cancerígeno y que está presente en algunos equipos que se utilizaban en los aeropuertos de Ezeiza y Mar del Plata. 

A partir de esa autorización, 38,5 toneladas de elementos contaminados con PCB categorizados como Y10 e Y48 tendrán su tratamiento y disposición final en la localidad de Saint Vulbas, en Lyon, según la Ley N.º 23.922 por la que se aprueba el Convenio de Basilea sobre el Control de los Movimientos Transfronterizos de los Desechos Peligrosos y su Eliminación.

De esta forma, AA2000 busca cumplir con la Ley Presupuestos Mínimos N.° 25.670 para la gestión y eliminación de PCB, un trabajo que demandó una inversión de $13 millones durante el proceso.

“Así, luego de una segunda etapa de eliminación de estos compuestos seremos una compañía libre de PCB”, asegura el informe de la concesionaria del grupo Eurnekian.

Adicionalmente, se tomaron medidas para ahorro energético y calidad ambiental como selección de accesorios y equipos de iluminación eficientes; sistemas de refrigeración y calefacción de las terminales sin clorofluorocarbonos (CFC) y limitando el uso de refrigerantes con alto potencial de agotamiento del ozono y que pueden contribuir al calentamiento global.

Se diseñaron sistemas de acondicionamiento considerando el ingreso de aire exterior para garantizar la calidad de aire interior. Y en proyectos de grandes terminales como Ezeiza, se ha previsto la instalación de sensores de CO2 en espacios densamente ocupados, monitoreados por el Building Management System (BMS) para manejar la calidad de aire interior manteniendo al mismo tiempo la eficiencia energética.

También, un control de la temperatura del aire en cada espacio ocupado a través de sensores conectados a sistemas de control dedicado al acondicionamiento; diseño de terminales que priorizan la luz natural y las vistas exteriores; instalación de un sistema unificado de videoconferencia que proveen una infraestructura versátil, segura y fácil de usar. 

“Trabajamos para minimizar el uso de energía, buscando reducir su consumo en un determinado porcentaje en comparación con edificios con características similares”, detallan en la compañía.

Como ejemplo, señalan los paneles solares térmicos instalados en el Aeropuerto de Comodoro Rivadavia, para generar agua caliente y así reducir el consumo de energía de red y favorecer la generación de energía renovable sin impacto en el medio ambiente.

Como ejemplo, señalan los paneles solares térmicos instalados en el Aeropuerto de Comodoro Rivadavia, para generar agua caliente y así reducir el consumo de energía de red y favorecer la generación de energía renovable sin impacto en el medio ambiente.

En cuanto a las aguas servidas generadas por la actividad de los aeropuertos, son tratadas para alcanzar los límites permitidos de vuelco a cuerpos de agua superficial, infiltración en el suelo, entre otros, de acuerdo a las normativas de las autoridades locales de ambiente. 

Para eso se construyeron plantas de tratamiento de efluentes líquidos que disminuyen su aporte de materia orgánica a los efluentes totales en los aeropuertos de Ezeiza, Bariloche, Córdoba, Mar del Plata, Puerto Madryn, Neuquén, Santiago del Estero, Resistencia, Formosa, Catamarca, Viedma, La Rioja, Tucumán y Río Gallegos.

Adicionalmente, se encaró un programa de gestión integral de residuos que alcanza a los asimilables a los domiciliarios que se disponen en rellenos sanitarios habilitados para luego reciclar los de papel, vidrio y plástico

“Construimos los aeropuertos de todo el país principalmente con materiales que provienen de la misma región, minimizando la huella de carbono asociada con el transporte. Asimismo, utilizamos materiales reciclados para evitar la extracción de materias primas vírgenes. Implementamos programas de reciclado de residuos de obra, en los cuales separamos los materiales reciclables. También en las obras separamos materiales tales como papel, cartón, vidrio, metal y plástico en contenedores diferenciados para que todos los usuarios puedan disponer de ellos”, detalla el informe de AA200 a modo de conclusión.

Se hace referencia también a las alianzas con organizaciones de la sociedad civil para que los residuos reciclables se conviertan en recursos de valor para generar un impacto social en la comunidad. 

Fuente: Andrés Sanguinetti- Economía Sustentable