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Hablemos de seguridad, hablemos de buenas prácticas

Ofrecer alimentos de calidad aquí y en el mundo es primordial para la Argentina sobre todo en este contexto en que la pandemia de Covid-19 repercutirá a nivel económico y social.

En este sentido, existe una mayor conciencia de los consumidores que así lo exigieron en la cual esta nueva tendencia llegó para quedarse y la agroindustria nacional necesita presentar sus credenciales para no perder el tren. Esto es, producir alimentos de forma sustentable.

En este sentido, la aplicación de fitosanitarios de forma segura y responsable cobra mayor trascendencia, siendo una condición sine qua non para continuar en esta vía sustentable en donde Argentina es pionera, ya que esta tecnología, junto con la Siembra Directa (90% de la superficie), cultivos de servicio, rotaciones de cultivos y nutrición balanceada, mejora sin dudas la producción y beneficia el cuidado ambiental sin afectar la salud humana.

El concepto de “seguridad” está incluído en toda el proceso de vida de los fitosanitarios. Desde la investigación para elaborar un producto, su proceso de registro y aprobación por parte de las autoridades nacionales y su posterior formulación, la manipulación de los envases y su almacenamiento, luego con la carga de los equipos, la aplicación de los fitosanitarios en los lotes y la seguridad de las personas que están en contacto con el producto.

En este sentido, entre las características principales a respetar para llevar adelante en el lote una aplicación segura, se debe contar en primer lugar con la receta agronómica hecha por un profesional registrado. A continuación, la carga del equipo con los productos debe hacerse en un lugar seguro, con piso impermeable que permita la recuperación del producto en caso de derrames o en una cama biológica. 

Previo, el almacenamiento de los fitosanitarios debe ser de forma segura y no se deben transportar cuando se los lleva al campo con alimentos, semillas, forrajes animales y/o medicamentos.

Al momento de la carga debe aplicarse el triple lavado o lavado a presión de los envases para garantizar la limpieza y el mejor aprovechamiento del producto. Luego, el agua del lavado de los envases se retoma al tanque de la pulverizadora y se debe perforar el plástico de los recipientes para que nose vuelva a utilizar.

Al momento de realizar la aplicación, el personal debe tener protección personal y se tiene que dar previo  aviso a las autoridades locales, escolares y apicultores.

Es fundamental la puesta a punto del equipo pulverizador perfectamente calibrado y el mantenimiento adecuado para evitar fugas. En este sentido, las condiciones ambientales de temperatura, velocidad del viento y humedad pueden afectar la correcta aplicación del producto del producto, por lo que se deben tener en cuenta.

Una vez terminada la aplicación, se tiene que realizar el lavado de los elementos usados y entregar los envases en los lugares habilitados.

Así como se describe, la seguridad, para las personas como para el ambiente, es un concepto primordial. Es por eso que en este nuevo Newsletter la seguridad será el eje central que se irá desmenuzando en cada artículo. 

Por ejemplo, la empresa Farace Soluciones Logísticas decidió introducirse en el Programa Depósito Ok, un programa voluntario que certifica la seguridad de los depósitos de productos fitosanitarios para que haya un almacenamiento seguro, garantizando la protección de las personas y el ambiente. Teniendo en cuenta esto, la empresa se contactó con el equipo de profesionales de Casafe para planear juntos la construcción de un nuevo establecimiento de almacenamiento.

Asimismo, uno de los puntos más importantesa la hora de hablar sobre seguridad está relacionado con las periurbanas.  En estas zonas, al momento de aplicar un producto fitosanitario, se requiere de un tratamiento especial para garantizar la conservación del espacio protegido, permitiendo las actividades productivas que allí se desarrollen y simultáneamente minimizando los riesgos para el ambiente y para la salud.

Pero también se tocará el oficio de ser médico rural, luego de que el 4 de julio se conmemorara el nacimiento Esteban Laureano Maradona, un profesional reconocido por ejercer la medicina en las comunidades indígenas sin cobrar por su trabajo y promover la cultura nativa por Argentina. Los médicos rurales son héroes anónimos que con gran oficio recorren kilómetros y kilómetros para dar a los campesinos seguridad sanitaria, muy importante en estos tiempos que corren.

Hablemos de buenas prácticas, hablemos de seguridad.

Por Fabián Quiroga- Presidente de CASAFE