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La «guerra del cerdo» sigue levantando polvareda

El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, planteó sus reparos al convenio en el que viene trabajando Cancillería para facilitar la llegada de inversiones y multiplicar los criaderos industriales de cerdo: “Este acuerdo nos pone en alerta. Tenemos qué evaluar bien cómo hacerlo, si vale la pena hacerlo. Obviamente está el sector productivo y lo que genera, pero yo creo que hay que tener una mirada holística integral. Por ganar algo en el corto plazo podemos tener serios problemas en el mediano y largo plazo», advirtió.

En diálogo con el ciclo «Incorrectamente Políticos» que conducen Guadalupe Vásquez y Sergio Berenztein, el ministro no ocultó su desacuerdo con el hecho de que ni la cartera que él conduce ni organizaciones ambientales y de economía sustentable hayan sido invitados a la mesa de discusión de este posible convenio con China.

«No fuimos invitados. Debería ser así, sin duda», reclamó el titular de Ambiente, mientras consideró que «hay que exigir que lo ambiental y sostenible es una de las variables a contemplar».

Juan Ucelli, ex presidente de la Asociación Argentina de Productores Porcinos y referente del sector, señaló a Super Campo que además de la Cancillería, detrás del proyecto de inversión también están los ministerios de Agricutura, Ganadería y Pesca y el de la Producción, a cargo de Luis Basterra y Matías Kulfas, respectivamente. El objetivo es generar 300 mil madres y una inversión de 2.700 a 3.000 millones de dólares en 6 años para exportar a China el 100% de la producción.

Tras el brote de peste porcina en China en 2018, se redujo entre un 30 y 40 por ciento la producción en ese país y salieron a buscar otros lugares para abastecer su demanda.

Según Ucelli, “no hay ningún problema en sentarnos a charlar con Cabandié. Yo no aceptaría que vengan los chinos a hacer lo que quieran. Si esto se hace mal, puede hacerle mal a la producción local. Desde el Ministerio de Agricultura piensan en un proyecto Federal. El objetivo es que se produzca cerdo donde hay maíz y soja que valen menos porque están a 2.000 kilómetros del puerto. Se les puede pagar mejor a los productores de la zona, generamos más valor agregado, mano de sobra ayuda a los productores del lugar. A China le están faltando 20 millones de toneladas y nosotros podríamos aportar solamente 1 millón. Otro dato es que el costo de producción argentino es de 0,75 dólares y en China de 2,20 dólares”.

Cabandié, además de este proyecto, apuntó contra el modelo de producción agrícola desde que en 1996 se aprobó la soja transgénica resistente a glifosato, y que tuvo otra vez como protagonista a Felipe Solá, quien en aquel entonces era el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca: «El paquete tecnológico produjo mayor rentabilidad a los pooles de siembra, mayor cantidad de divisas, pero degradó suelos, murió gente producto de las fumigaciones, generó malformaciones, desertificó suelos», afirmó el ministro de Medio Ambiente.

Fuente:  Supercampo