Alerta enfermedades neurológicas: la contaminación causa 1 de 8 ingresos al hospital por demencia, Alzhéimer o Párkinson
En base a este, uno de cada ocho ingresos hospitalarios urgentes por enfermedades neurológicas como la demencia, el Párkinson, Alzhéimer o la esclerosis múltiple se relaciona con la contaminación del aire.
La investigación analizó más de 15.000 hospitalizaciones en España para llegar a esta conclusión.
El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) lideró esta investigación que estableció una conexión preocupante entre la calidad del aire y la salud cerebral.
Los científicos examinaron 15.437 hospitalizaciones urgentes registradas entre 2013 y 2018 en diez provincias españolas.
Los resultados demostraron que el 12,5 % de los ingresos por causas neurológicas pueden atribuirse a la contaminación atmosférica.
Esto representa cerca de 2000 hospitalizaciones directamente relacionadas con la exposición a contaminantes del aire durante el período analizado.

Contaminación por ozono y dióxido de nitrógeno: los principales culpables de las enfermedades neurológicas
El estudio, publicado en Atmospheric Environment, identificó tres contaminantes clave responsables de estos ingresos hospitalarios:
- Ozono troposférico: 1.107 hospitalizaciones atribuibles
- Dióxido de nitrógeno (NO2): 581 hospitalizaciones atribuibles
- Partículas en suspensión (PM10 y PM2.5): 245 hospitalizaciones atribuibles
El ozono resultó ser el contaminante más peligroso para la salud neurológica, con más del doble de casos que el dióxido de nitrógeno y casi cinco veces más que las partículas en suspensión.
La investigación se realizó como un estudio ecológico retrospectivo en las provincias más pobladas.
Los científicos analizaron las concentraciones medias diarias de contaminantes y su correlación con los ingresos urgentes.
La contaminación tiene un impacto mayor en enfermades neurológicas que cardiovasculares
Los hallazgos revelaron que el porcentaje de ingresos por enfermedades neurológicas atribuibles a la contaminación es casi el doble del registrado en enfermedades cardiovasculares (7,7%) y respiratorias (7,8%).
También multiplica por cinco el porcentaje de la contaminación en ingresos por cualquier causa, estimado en 2,5%.
El equipo investigador, coordinado por los doctores Julio Díaz y Cristina Linares del Departamento de Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano, atribuyó este elevado valor al hecho de que el estudio se concentró en las diez provincias con mayor población y mayores índices de contaminación atmosférica.

Así, la evidencia científica indica que la contaminación atmosférica podría ser responsable de la etiología de algunas enfermedades neurológicas y de la exacerbación de sus síntomas, según destaca el artículo publicado.
Las temperaturas extremas también influyen
Además de la contaminación, el estudio analizó el efecto de las temperaturas extremas en los ingresos por enfermedades neurológicas.
Aproximadamente 150 hospitalizaciones (1% del total) se relacionaron con olas de calor y frío: el 0,6% con olas de frío y el 0,4% con olas de calor.
En total, el 13,5% de los ingresos por enfermedades neurológicas analizados se atribuyeron a variables ambientales, con la contaminación del aire como el factor predominante.
Por ello, los investigadores recomendaron la adopción «urgente» de más medidas destinadas a reducir los niveles de contaminación a los que está expuesta la población.
Consideraron fundamental el envejecimiento poblacional y el aumento de habitantes en grandes ciudades.
También señalaron que incluir a personas con enfermedades neurológicas en los planes de prevención de temperaturas extremas como grupo vulnerable se traduciría en una disminución significativa de los ingresos relacionados con olas de calor y frío.

