La ONU reclama transformar la economía para evitar la catástrofe ambiental del planeta
La evaluación más completa del medio ambiente mundial elaborada hasta ahora, realizada por 287 científicos multidisciplinarios de 82 países, concluye que solo una transformación sistémica puede a estas alturas evitar que las crisis ecológicas que sufre el planeta deriven en un escenario de caos y devastación para la vida humana. El argumento es que son crisis interconectadas: cambio climático, pérdida de biodiversidad, degradación de las tierras y desertificación, la contaminación y los residuos.
Nunca antes el Informe de Perspectivas Mundiales del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) -la última edición se publicó en 2019- había llamado a abandonar la senda crecimiento de la economía global (alejarse del PIB como indicador de desarrollo) para hacer frente a una policrisis ambiental que, pese a los compromisos y esfuerzos internacionales, se está intensificando y agudizando año tras año.
El planeta ya se encuentra en un “territorio inexplorado”

El diagnóstico de estos casi 300 expertos es que a pesar de los esfuerzos globales y los llamamientos a la acción, el planeta ya se encuentra en un “territorio inexplorado”. Afronta crisis ambientales globales, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la degradación de las tierras y la desertificación, así como la contaminación y los residuos.
Estas crisis interconectadas, que socavan el bienestar humano, son causadas principalmente “por sistemas insostenibles de producción y consumo”. El problema es “sistémico”, dice la ONU. “Los sistemas económicos, financieros y de gobernanza actuales no son aptos para afrontar estos desafíos de forma sostenible”, se advierte.Lee también
El planeta supera su primer punto de no retorno climático: la muerte de los arrecifes de coral
El documento describe el círculo vicioso en el que está atrapado el planeta. El creciente consumo mundial de recursos, incluyendo materiales, energía, agua y alimentos -para saciar estilos de vida cada vez más intensivos en recursos, especialmente en países de altos ingresos- se satisface mediante más producción. Pero esto genera presiones cada vez mayores derivadas del cambio en el uso del suelo, el uso y la explotación de recursos, las emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes, y las especies exóticas invasoras.
Se requiere la transformación de los sistemas económico y financiero, de materiales y residuos, energético y alimentario

“Para alcanzar los objetivos y metas ambientales acordados a nivel internacional se requiere la transformación de los sistemas económico y financiero, de materiales y residuos, energético y alimentario”, insisten los expertos. En 2019, esta evaluación medioambiental pedía “cambios urgentes”. Ahora, el llamado apunta a revisar los cimientos estructurales del sistema para evitar el colapso climático.
Por primera vez, la ONU pide dejar de utilizar el PIB como indicador clave del desarrollo y pensar en indicadores “que también rastrean el capital humano y natural”, para incentivar a las economías a avanzar hacia la circularidad, la descarbonización del sistema energético, la agricultura sostenible y la restauración de los ecosistemas. Esta transformación estructural debe “lograrse a un ritmo, una escala, un nivel de integración y una profundidad sin precedentes”.
La ONU pide dejar de utilizar el PIB como indicador clave del desarrollo
“El clima de la Tierra se está calentando más rápido de lo que jamás imaginamos”
Robert Watson, quien presidió en dos ocasiones el IPCC (el panel de expertos que sienta las bases sobre el cambio climático) y fue el asesor científico de la Casa Blanca en la época de Barack Obama, es uno de los científicos que ha participado de este gran examen al medio ambiente.Lee también
El cambio climático se ceba con Europa, pero a la gente cada vez le preocupa menos: ¿Por qué?
Admite que el calentamiento global está avanzando a una velocidad que ningún experto o modelo climático aventuró. Los últimos seis años que pasaron entre la anterior evaluación y la que se publica este martes dan a entender que “estamos subestimando la magnitud del cambio climático”.
Esta aceleración, explica Watson, aumenta el riesgo de superar “irreversibles puntos de inflexión climáticos” en las próximas décadas, como cambios importantes en la circulación oceánica, pérdida acelerada de las capas de hielo, deshielo generalizado del permafrost, muerte regresiva de los bosques y colapso de los ecosistemas de arrecifes de coral, entre otros.
Esta aceleración aumenta el riesgo de superar los irreversibles puntos de inflexión climáticos
Para Edgar Gutiérrez-Espeleta, ex Ministro de Ambiente y Energía de Costa Rica y Presidente de la Asamblea Ambiental de Naciones Unidas (UNEA), la política internacional está cometiendo un error al pensar que el aumento de la temperatura es el único problema al que nos enfrentamos. “También tenemos la pérdida de biodiversidad, la degradación de la tierra, la contaminación, los residuos. Debemos ver todas estas crisis juntas”, afirma.

Revela algunas cifras alarmantes. Un millón de especies ya están en peligro de extinción, algunas dentro de pocas décadas. Los residuos sólidos anuales superan actualmente los 2.000 millones de toneladas. Se proyecta que aumentará a 3.800 millones de toneladas para 2050.
“El colapso del planeta por la pérdida de biodiversidad, la degradación de la tierra y la contaminación no son solo problemas ambientales. Amenazan la seguridad nacional, la salud pública, la estabilidad económica y los diversos contratos sociales que mantienen cohesionadas a nuestras sociedades. Por eso, la acción urgente ya no es opcional, es indispensable”, subraya.
Implicar al mundo de la empresa
Los científicos aclaran en el informe que si bien la ventana de oportunidades se está cerrando, aún sigue abierta. Pero las soluciones requieren cambios radicales en todos los sistemas que sustentan al capitalismo.
A nivel económico y de finanzas, se necesita eliminar los subsidios a los combustibles fósiles, internalizar las externalidades sociales y ambientales en los precios de los bienes y servicios y alinear todos los flujos de capital a los objetivos ambientales internacionales. “Los beneficios económicos de la acción superan los costes de la transformación, ya que los daños de la crisis ambiental global serán cada vez más severos en las próximas décadas”, aseveran los expertos.
En lo que respecta a materiales y residuos, urge la implantación de una “economía circular global” que incluya la eliminación de residuos de la producción y el consumo (por ejemplo en todos los sistemas alimentarios), el desarrollo de mercados efectivos para materiales secundarios y la transformación social hacia estilos de vida sostenibles.
Cambiar a dietas saludables, incluido un mayor consumo de alimentos de origen vegetal
En materia de alimentación, todos los actores involucrados (responsables de políticas, la industria, el sector financiero, los agricultores y los consumidores) deben cambiar a dietas saludables y sostenibles, incluido un mayor consumo de alimentos de origen vegetal, adoptar prácticas de producción con menos impactos que las actuales y reducir las pérdidas y desechos de los alimentos.
“Las soluciones existen. Lo cierto es que ahora mismo estamos en una situación en la que nada avanza en la dirección correcta a escala global”, concluye Watson.
Andrés Actis Fernández
Periodista especializado en clima y medio ambiente

