ActualidadDesarrollo sostenibleEmpresasImpacto Ambiental

Adiós plástico: chips biodegradables hechos con hongos

Adiós plástico: los chips biodegradables hechos con hongos responden a una innovación desarrollada por investigadores de Estados Unidos, que podría abrir el camino hacia dispositivos electrónicos mucho más amigables con el ambiente.

Se trata de memristores hechos a partir de micelio de hongos shiitake, un material natural, biodegradable y de bajo costo. Este descubrimiento podría transformar la manera en que producimos computadoras y sistemas de inteligencia artificial.

¿Qué son los memristores y por qué son importantes?

Los memristores son componentes electrónicos capaces de recordar su estado de resistencia eléctrica incluso después de apagarse. Esto les permite almacenar información y simular conexiones parecidas a las del cerebro humano.

Se utilizan en tecnologías como IA, robótica, automatización y vehículos autónomos. Hasta ahora, su fabricación requería minerales escasos, procesos caros y una huella ecológica elevada.

EL PROBLEMA CON LOS MEMRISTORES CONVENCIONALES

La producción tradicional de memristores está vinculada al uso de materiales no renovables, altos costos energéticos y métodos industriales contaminantes. Esto limita la producción y vuelve más difícil su expansión hacia sistemas más avanzados y accesibles.

Por eso, encontrar una alternativa sostenible se volvió una prioridad para varios equipos de investigación en el mundo.

¿POR QUÉ HONGOS SHIITAKE?

El equipo de la Universidad del Estado de Ohio encontró una respuesta en el micelio del hongo shiitake, una red de filamentos que crece debajo del cuerpo del hongo. Este material presenta características clave:

  • Es flexible y adaptable.
  • Se puede cultivar con pocos recursos.
  • Posee una estructura similar a redes neuronales.
  • Es biodegradable y no tóxico.
  • Tolera radiación y condiciones ambientales variables.
  • Estas cualidades lo convierten en un candidato ideal para dispositivos electrónicos sostenibles.

CÓMO SE FABRICARON LOS CHIPS DE HONGOS

Los investigadores cultivaron micelio de shiitake en placas de Petri, lo secaron al sol y luego lo rehidrataron para restaurar su conductividad.

Después, conectaron las muestras a circuitos electrónicos para medir su respuesta eléctrica. Los resultados mostraron que:

  • Los memristores de micelio pueden cambiar de estado 5.850 veces por segundo.
  • Mantienen un nivel de precisión cercano al 90%.
  • Conservan su funcionamiento incluso después de ser deshidratados y rehidratados.
  • Esto demuestra que podrían funcionar como dispositivos de memoria y procesamiento sin necesidad de componentes sintéticos.

COMPUTADORAS ECOLÓGICAS: UN FUTURO POSIBLE

Aunque los memristores de hongos todavía no superan la velocidad de los modelos más avanzados, su capacidad para funcionar en paralelo permite compensar esa diferencia.

Además, su bajo costo y fácil escalabilidad los vuelve ideales para:

  1. Sistemas neuromórficos básicos
  2. Dispositivos autónomos
  3. Sensores ambientales
  4. Computación experimental sostenible

Según el equipo, una futura computadora “fúngica” podría construirse desde un pequeño laboratorio o hasta una planta de cultivo.