El consumo de electricidad en Estados Unidos se está estabilizando: este es el motivo
Con alrededor de 340 millones de habitantes y una superficie total de casi 9.900 millones de km2 (incluyendo lagos, Alaska y Hawái), Estados Unidos es uno de los países más extensos en cuanto a población y extensión territorial del mundo. Si bien hay algunos estados están bastante deshabitados (como Wyoming y Alaska), además de existir muchas ciudades fantasma o al borde de la desaparición, a nivel general el país tiene una demanda energética elevadísima, la cual se estima que se multiplique en los próximos meses/años debido a la inteligencia artificial.
En el país de Donald Trump, la electricidad proviene de diversas fuentes, siendo el gas natural la principal (43 %, aproximadamente; existen muchas plantas de ciclo combinado que lo convierten en electricidad de manera muy eficiente). También se aprovecha el carbón, que antaño fue la principal (más del 50 % de la electricidad se generaba con carbón en los años 2000), la nuclear y las renovables. De estas últimas, la eólica es la que tiene mayor presencia, aunque la solar ha experimentado un crecimiento increíble en estados donde los días soleados son habituales, como California, Texas y Florida.
Si bien la administración Trump no quiere deshacerse de los combustibles fósiles como fuente de electricidad, las tendencias hablan por sí solar: el gas natural y las renovables están desplazando al carbón a un segundo plano. Por su parte, la nuclear se mantiene estable, existiendo proyectos de expansión gracias a los pequeños reactores modulares SMR. Tras un año en el que la demanda eléctrica había aumentado considerablemente, parece que se está, por fin, estabilizando.
Las energías renovables ya son la segunda fuente de electricidad de Estados Unidos, por detrás del gas

La energía solar ha crecido notablemente en Estados Unidos, especialmente en los estados de California y Texas
Hace unos días, la Administración de Información Energética de Estados Unidos publicó sus últimos datos sobre la generación de electricidad en Estados Unidos durante el primer semestre de 2025. Todo parece indicar que el consumo energético se está estabilizando, tras un inicio de año algo convulso. Curiosamente, la situación está cambiando al mismo tiempo que disminuye el crecimiento del consumo de carbón. El motivo estaría en el auge de la energía solar, para “desgracia” de Donald Trump.
Si la tendencia continúa así, en los próximos meses la energía solar podría superar a la hidroeléctrica justo antes de que acabe el año. Se trata de una información importante, ya que como hemos comentado al inicio del artículo la demanda estaba aumentando año tras año debido a la popularización de las herramientas basadas en inteligencia artificial, ya que los centros de procesamiento de datos requieren de mucha energía para funcionar las 24 horas del día, los siete días de la semana.
A principios de año, la demanda de carbón aumentó cerca de un 20 % en comparación con el mismo período del año anterior. Ahora, solo ha aumentado un poco menos del 17 %. Si bien sigue siendo bastante, teniendo en cuenta que la energía generada a partir de la quema de carbón tiene un terrible impacto negativo para el medioambiente y la salud de las personas, es señal de que las cosas están cambiando.
La energía solar, sin embargo, ha tenido un fuerte crecimiento, con un aumento de casi el 40 %. La previsión es que represente la mayor parte de la nueva capacidad de generación que se instalará este año. Gracias al aumento de la energía solar (unos 40 Tw-h), casi se compensó el aumento de la generación con carbón (50 Tw-h) en términos de teravatios-hora reales producidos. Por su parte, el gas natural disminuyó en 32 Tw-h en comparación con el mismo período del año pasado. No obstante, como sigue siendo la principal fuente de energía de Estados Unidos, la diferencia no es tan significativa.
Es muy probable que con las nuevas plantas solares, la energía solar a escala de red produzca, por primera vez en la historia del país norteamericano, más electricidad que las centrales hidroeléctricas. En conjunto, las tres energías renovables han proporcionado el 25 % de la electricidad total de Estados Unidos durante el primer semestre del año, lo que no es baladí: ahora ocupan el segundo lugar, solo superadas por el gas natural.
Aunque parece que el futuro de la electricidad en Estados Unidos pasa por las energías renovables, como en muchas otras partes del mundo, todavía hay incertidumbres. Más que nada, porque la última palabra la tiene la administración Trump. El gobierno planea bloquear cualquier proyecto de energías renovables en terrenos públicos. El magnate reconvertido en político que ocupa el Despacho Oval de la Casa Blanca ha realizado declaraciones falsas sobre la energía solar y la eólica, para incentivar el uso de los combustibles fósiles.