La inversión 2025 en eólica en Europa ya supera la acumulada durante todo 2024
Luces y sombras presenta el primer balance semestral 2025 de WindEurope. Buenos presagios para el futurible (la inversión parece disparada), pero tonos grises para el presente. Europa ha instalado 6.800 megavatios de nueva potencia eólica en los seis primeros meses de este año, «menos de los esperados» -apuntan desde WindEurope- y lejos en todo caso de la potencia necesaria para que la UE cumpla con su Objetivo (en materia de seguridad energética y cambio climático) 2030. Solo Alemania está haciendo los deberes. «Malas noticias para la competitividad económica de Europa», concluye la asociación a la vista del registro semestral de nueva potencia instalada: 5.300 megavatios en la Unión Europea, 1.500 en el resto del continente. El 89% del total, en tierra firme; el 11% restante, en los mares que bañan las costas europeas. Así las cosas, a mediados de 2025 Europa cuenta con 291.000 megavatios de potencia eólica instalada (291 gigavatios): 254 GW en tierra; 37, mar adentro.
La locomotora eólica del continente es Alemamia, cuyo desempeño no tiene nada que ver con el de sus vecinos. El gran país del norte continental ha ejecutado 5.000 megavatios en tierra firme en esos seis primeros meses del año, casi tres veces más que en los últimos cinco años. El extraordinario acelerón ha sido debido a un motivo muy concreto, según WindEurope: la implementación puertas adentro de los nuevos procedimientos administrativos UE, que facilitan mucho la tramitación y consecución de permisos y autorizaciones (WindEurope habla de «excellent new EU permitting rules»). Como resultado de esa trasposición -continúa la asociación-, Alemania ha autorizado en 2024 más potencia eólica que nunca antes en un año (15.000 megavatios terrestres), pero es que esa cifra top podría ser dinamitada en este curso que nos lleva (2025), pues la administración germana ya le ha dado el visto bueno en estos seis primeros meses del año a otros 8.000 megavatios terrestres.
«De media -concreta WindEurope-, las autoridades alemanas están concediendo permisos en 18 meses, en el marco de lo estipulado por la Directiva de Energías Renovables III» (Renewable Energy Directive -RED- III).

Por el contrario, ninguno de los otros 26 países europeos está concediendo autorizaciones a ese ritmo. Más aún: según la asociación europea del sector eólico, los procedimientos de concesión de permisos están funcionando ahora peor que antes de la aprobación de la RED III, uno de cuyos objetivos principales era precisamente ese: engrasar las tramitaciones. WindEurope va más allá: la introducción de las denominadas zonas de aceleración para las energías renovables está creando «más confusión que simplificación», dice la asociación, en lo que podría ser una velada referencia deja al caso español.
Los otros dos grandes problemas a los que se enfrenta en tiempo presente el sector eólico europeo son, según WindEurope, (1) el estancamiento de la electrificación: la eólica necesita redes a las que conectarse y las autoridades competentes no están haciendo los esfuerzos que serían necesarios para que estas se robustezcan y crezcan; y (2) un diseño no óptimo de las subastas y concursos eólicos.
Giles Dickson, director ejecutivo de WindEurope: «la eólica es competitiva (baja el precio de la electricidad parar ciudadanos y empresarios); es segura (la producción europea de turbinas eólicas reduce la peligrosa dependencia que padecemos respecto de las importaciones de combustibles fósiles); y es buena para la economía: crea empleo e ingresos fiscales. Alrededor de 400.000 personas trabajan en el sector eólico europeo y cada nueva turbina que este produce contribuye con 16 millones de euros al producto interior bruto continental»
Solo la lentitud de los procedimientos administrativos, la ralentización en la asignación de las autorizaciones, está impidiendo que todas esas ventajas eclosionen y está propiciando -explican desde WindEurope- que las expectativas 2025 sean ahora menos optimistas que hace unos meses. A principios de año, la asociación preveía serían instalados en Europa 22.500 megavatios de nueva potencia en este curso. WindEurope estima ahora que el continente cerrará este curso con solo 19.000 megas. Más en concreto, la patronal eólica europea estimaba para la UE alrededor de 17.000, y ahora calcula que ese guarismo se quedará en el entorno de los 14.500.
[Bajo estas líneas, tabla extraída del informe Latest wind energy data for Europe. Autumn 2025, de WindEurope, que recoge el balance semestral S1 (primer semestre) de 2025 de WindEurope. Todas las unidades expresan megavatios].

A cinco años vista (horizonte 2030), los números tampoco alcanzan. «Prevemos que la Unión Europea tendrá 344.000 megavatios de potencia instalada en 2030 (298.000 terrestres y 46.000 marinos), mientras que el Objetivo UE 2030 es 425.000».
Giles Dickson, director ejecutivo de WindEurope: «instalar menos eólica es una mala noticia para la mejora de la competitividad de Europa. La industria europea necesita electricidad barata para competir con China y Estados Unidos. Pero son demasiados los gobiernos que siguen a medio gas en su impulso a la eólica, lo cual no solo amenaza al sector europeo de la industria eólica, sino que también pone en riesgo los empleos y el crecimiento económico en sentido amplio: sectores del acero, químico o de las tecnologías de la información y las comunicaciones. Hacer negocios en Europa es mucho más complicado para esos sectores si la Unión Europea no puede avanzar en la consecución de sus objetivos energéticos»
La asociación de la industria eólica europea aprecia en todo caso «señales positivas» de cara al futuro inmediato, señales relativas a los pedidos de turbinas y el incremento de la inversión, que están remontando. WindEurope considera que esas señales ponen de manifiesto que tanto los inversores como la industria siguen con el foco puesto en el desarrollo de la energía eólica en Europa.
Uno de los datos esgrimidos por la asociación para justificar esa mirada razonablemente optimista es el referido a las decisiones finales de inversión (final investment decisions, FIDs). Según WindEurope, los inversores han tomado en el primer semestre de 2025 decisiones finales de inversión por valor de 34.000 millones de euros, cantidad que está por encima de la comprometida en FIDs durante «todo el año 2024».
Los 34.000 millones de euros financiarán catorce gigavatios (14.000 megavatios) de nueva potencia eólica, «que deberían conectarse en los próximos años». 22.000 millones de euros tienen por destino el sector eólico marino (seis proyectos, tres de los cuales se ubicarían en aguas polacas; uno de ellos, además, pasa por ser la mayor inversión privada jamás acometida en Polonia.
Además, Europa ha registrado en este primer semestre del año pedidos (turbinas) por valor de 11.300 megavatios, lo que supone un incremente de casi veinte puntos (+19%) con respecto al mismo período (1 de enero-30 de junio) del año pasado. En concreto, y según los datos que maneja WindEurope, estaríamos hablando de 8.800 megavatios de turbinas terrestres y 2.500 megas de turbinas marinas.
La asociación WindEurope cuenta con más de seiscientos miembros de toda la cadena de valor de la industria eólica europa: fabricantes de turbinas, proveedores de componentes, empresas suministradoras de electricidad, desarrolladores de parques eólicos, instituciones financieras, centros de investigación y asociaciones eólicas nacionales.