Estados Unidos: una investigación afirma que el humo de los incendios forestales incrementan la contaminación por ozono
16 agosto, 2025
El humo de los incendios forestales no es una problemática que solo afecta a las regiones en las que suceden y los habitantes del lugar. Una nueva investigación reveló que el humo agrava las concentraciones de ozono, como los óxidos nítricos (NOx), incluso en aquellos lugares con pocas fuentes de emisión humana de contaminantes.
Esta es la conclusión de un estudio dirigido por la Universidad de Utah, el cual está centrado en el ozono, una molécula reactiva de oxígeno O3. Esta molécula, asociada a los incendios forestales, es capaz de dañar los pulmones y otros tejidos sensibles del cuerpo humano.
Por otra parte, la investigación sugiere que a pesar de que se eliminen todas las fuentes de emisiones humanas, los incendios todavía cuentan con la capacidad de producir una gran cantidad de ozono. De acuerdo con el estudio publicado en la revista Atmospheric Environment, el humo de los incendios forestales representa una doble dosis de contaminación atmosférica.
Se estima que la exposición al humo causa cerca de unas 6.300 muertes al año en Estados Unidos. Esto se complica aún más cuando el ozono no se libera directamente al aire, sino que se forma en la atmosfera, producto de la combinación con otros contaminantes, a través de un proceso fotoquímico que involucra la luz solar.
El óxido de nítricos, uno de los componentes principales
De acuerdo con la investigación, los principales impulsores son los NOx y los compuestos orgánicos volátiles (COV); los cuales son un componente importante del humo de los incendios forestales. El NOx, en cambio, se asocia con las emisiones provocadas por los humanos, como los tubos de escape de los vehículos y las chimeneas industriales.
El estudio llegó a la conclusión de que, en promedio, la presencia de humo de incendios forestales aumenta las concentraciones de ozono en 21 partes por mil millones (ppm), lo que representó un aumento aproximado de entre un 20 y un 30%, como consecuencia de este humo.
Sin embargo, esta no es la única complicación del humo, ya que también altera el clima, ralentiza la formación de ozono y puede llegar a bloquear la luz solar, reduciendo la cantidad necesaria y disponible para la fotoquímica del ozono. En resumen, sin las medidas necesarias, los incendios forestales se vuelven más frecuente y graves con el calentamiento global.

Otras consecuencias del humo de los incendios
El humo de los incendios forestales libera grandes cantidades de dióxido de carbono, monóxido de carbono y partículas finas, contribuyendo al cambio climático y deteriorando la calidad del aire. Estos contaminantes pueden viajar cientos de kilómetros, afectando regiones lejanas al foco del incendio y alterando ecosistemas completos.
En el medio ambiente, el humo interfiere con la fotosíntesis al bloquear la luz solar y depositar hollín sobre hojas y cuerpos de agua. Esto puede reducir el crecimiento de plantas, alterar ciclos de nutrientes y afectar la fauna que depende de esos recursos, provocando desequilibrios en la biodiversidad.
Para la salud humana, las partículas finas presentes en el humo representan un riesgo serio, ya que penetran profundamente en los pulmones y pueden llegar al torrente sanguíneo. La exposición prolongada incrementa el riesgo de enfermedades respiratorias, cardiovasculares y complicaciones en personas con afecciones crónicas, además de afectar especialmente a niños y adultos mayores.