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La UE podría reducir el impacto climático y el estrés hídrico del textil con más reciclaje fibra a fibra

El reciclaje textil aún representa solo el 1 % del total a nivel global, con la mayoría de los residuos convertidos en productos de bajo valor como aislantes. Frente a este modelo insostenible, el reciclaje fibra a fibra, que permite reutilizar tejidos para fabricar nuevas prendas, se perfila como una solución clave para avanzar hacia un modelo textil circular. La Estrategia de Textiles Sostenibles y Circulares de la UE prevé que todos los productos textiles comercializados en Europa sean duraderos, reparables y reciclables en 2030.

En este contexto, investigadores del IVL Swedish Environmental Research Institute han evaluado el impacto ambiental de aumentar el reciclaje textil al 10 % en 2035, una cifra conservadora pero muy ambiciosa respecto a la situación actual.

Claves ambientales: menos CO₂ y menor estrés hídrico

Según el estudio, alcanzar ese 10 % supondría una reducción media del 0,5 % en las emisiones de gases de efecto invernadero, equivalente a 440.000 toneladas de CO₂ evitadas cada año. Además, implicaría una mejora del 3 % en el impacto sobre la escasez de agua, es decir, 8.800 millones de m³ de ahorro anual en consumo hídrico equivalente.

Los resultados se basan en un análisis de ciclo de vida y simulaciones estadísticas (Monte Carlo) que incluyen cinco factores clave: más recogida y clasificación, más reciclaje, menos incineración y vertido, menor producción de fibras vírgenes, y compensación por la reducción de energía generada en incineradoras.

En escenarios realistas, el estudio otorga un 92 % de probabilidad de reducir el impacto climático y una certeza casi total de mejorar el balance hídrico. Incluso ante variaciones en la tasa de descarbonización o en la sustitución efectiva de fibras vírgenes, los beneficios ambientales se mantienen.

El estudio otorga un 92 % de probabilidad de reducir el impacto climático y una certeza casi total de mejorar el balance hídrico.

Mejoras técnicas y respaldo político, imprescindibles

Pese a los resultados alentadores, los autores subrayan que el reciclaje textil debe mejorar en eficiencia energética y calidad del producto reciclado. Solo así podrá reemplazar fibras vírgenes y cumplir objetivos europeos de economía circular.

También apuntan a la necesidad de políticas públicas que fomenten el uso de fibras recicladas, como gravámenes sobre materias primas vírgenes o incentivos a la innovación. Asimismo, recuerdan que todos los Estados miembros deberán contar con sistemas de recogida separada de textiles usados a partir de 2025, un paso clave para alimentar un reciclaje más eficaz.

El estudio concluye que el éxito de estas medidas dependerá de un enfoque integral, que combine avances tecnológicos, normativas coherentes y una infraestructura de recogida y reciclaje armonizada a nivel europeo.