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Electricidad verde: Argentina enciende el potencial de la biomasa forestal

La reciente inauguración de la planta de energía eléctrica de base forestal San Alonso en la provincia de Corrientes pone de relieve el enorme potencial que tiene nuestro país para desarrollar y promover esta fuente de energía renovable. Desde la Asociación Forestal Argentina (AFoA) se habla de una verdadera revolución a futuro en la matriz energética. Como proveedor de centrales de energía eléctrica, la biomasa forestal es un componente crucial en la transición hacia un modelo energético con menor huella de carbono, y que aporta a la economía circular.

La planta de energía eléctrica de base forestal San Alonso, que con 40 MW de potencia instalada se suma a la de 40 MW ya instaladas en Virasoro (Corrientes), puso el foco en un área poco conocida del sector foresto-industrial: su capacidad para aportar a la generación de energía renovable. Tanto a través de chips o pellets para energía térmica o como proveedor de centrales de energía eléctrica, la biomasa forestal es un componente crucial en la transición hacia un modelo energético más sostenible y que aporta a la economía circular, pudiendo complementar la provisión de energía eléctrica renovable con su capacidad de operar de forma continua y controlada, lo que la convierte en una fuente más estable para el sistema eléctrico, a diferencia de la in termitencia inherente de la energía generada gracias al viento y el sol.

El uso de la biomasa para generar energía tiene múltiples beneficios ambientales, económicos y sociales. La utilización de la biomasa forestal residual del campo (restos de podas, raleos y árboles muertos) como de la industria (aserrín, viruta, despuntes), genera valor a estos subproductos que normalmente no eran aprovechados y que generaban un impacto ambiental, debido a su descomposición, como un significativo riesgo de incendios gracias a su acumulación. La utilización de estos materiales forestales con fines energéticos agrega rentabilidad al negocio, promueve la creación de empleo, y es beneficioso ambientalmente; todo esto hace a un desarrollo sostenible de la actividad.  

LA BIOENERGÍA FORESTAL EN ARGENTINA

En un reciente relevamiento de las plantas de energía en base a biomasa realizado por la Asociación Forestal Argentina y la DNDFI, se identificaron 17 establecimientos que generan electricidad a partir de biomasa forestal y licor negro con una capacidad bruta instalada de casi 250 MW. Misiones es la provincia con mayor número de establecimientos (9), y también lidera en capacidad instalada de 109 MW. Incluye importantes plantas como las de Arauco y Papel Misionero. En este caso, el origen de la energía es tanto de biomasa como de licor negro, producto residual de la elaboración de la celulosa y papel. Corrientes es la segunda provincia con más establecimientos de este tipo (3) y una capacidad instalada de 97 MW, especialmente con las 2 plantas mencionadas del Grupo Insud en Virasoro. En breve se sumará una cuarta planta que agregará 7MW de capacidad e xtras.  Las otras cuatro plantas se encuentran en Chaco (2), Santa Fe (1) y Jujuy (1), aportando 44 MW de potencia instalada.

Para la generación de las 250 MW de energía se utilizan 2.827.500 toneladas de madera y 1.075.964 toneladas de licor negro, lo que demuestra la importante valorización de los subproductos, convertidos en un recurso valioso y reduciendo la necesidad de combustibles fósiles.  

Alrededor de la mitad de la capacidad instalada se entrega a CAMMESA (121 MW) y el resto es para autoconsumo en industria propia (129 MW). En un mundo en donde el crecimiento sostenible está desafiado por la restricción en energía, el sector forestal muestra que puede crecer generando su propia energía renovable y aportando en su entorno.  Como referencia, la capacidad instalada de 206 MW en Misiones y Corrientes en generación de energía a partir de biomasa, sería capaz de cubrir cerca del 22% del consumo eléctrico anual total combinado de ambas provincias, o el total de los hogares de las ciudades de Posadas y Corrientes.

Esto representa un aporte muy significativo a la matriz energética de las provincias, fortaleciendo la seguridad del suministro y contribuyendo a la estabilidad de la red interconectada en el NEA. Este porcentaje demuestra un impacto considerable en la autonomía energética de las empresas y de la región y destacan el potencial de la biomasa forestal no solo como fuente de energía renovable, sino también como un vector de economía circular al valorizar residuos y subproductos de la actividad forestal e industrial, generar empleo y aportar al desarrollo local.

EMPRESAS Y PLANTAS DESTACADAS (POR CAPACIDAD Y CONSUMO):

→  Arauco Argentina S.A. (Puerto Piray Misiones): Con 30 MW de biomasa y 498.000 t/año de consumo de madera, y 32.3 MW de Licor Negro y 560.000 t/año de consumo de licor negro en Puerto Esperanza, es uno de los actores más grandes.

→  Fuentes Renovables de Energía S.A. y Central Térmica San Alonso (Virasoro Corrientes): con dos plantas de energía suman 80 MW (40 MW cada una) y un consumo total de 1.080.000 t/año de madera, representan una capacidad muy significativa dedicada a la comercialización.

→  Papel Misionero SAIFC (GRUPO ARCOR): Con 15 MW de biomasa (225.000 TN/año de madera) y 8 MW de Licor Negro (133.152 t/año de licor negro), es otro actor importante en Misiones.

→  Celulosa Argentina S.A. (GRUPO TAPEBICUA): En Santa Fe, con 19 MW de Licor Negro y 316.236 t/año de consumo.