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Argentina reconoce el mercado de carbono para alcanzar su meta climática

Durante una presentación reciente, la Subsecretaría de Ambiente de la Nación, máxima autoridad ambiental nacional, adelantó los principales lineamientos de la nueva Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC 3.0), el documento que actualiza los compromisos climáticos de Argentina en el marco del Acuerdo de París ante Naciones Unidas. La Mesa Argentina de Carbono fue una de las organizaciones invitadas a participar de manera virtual dado su rol en el desarrollo de los mercados de carbono en el país.

La nueva NDC fija como objetivo no superar las 375 millones de toneladas de CO? equivalente (MtCO?e) para 2030 y 2035. Si bien esta meta es menos ambiciosa que la anterior (349 MtCO?e), desde la Subsecretaría se la considera más transparente y completa, ya que incluiría emisiones previamente no contabilizadas en versiones anteriores del plan nacional.

Reconocimiento de los mercados de carbono

Uno de los cambios más significativos de la NDC 3.0 es la modificación de la postura argentina frente a los mercados de carbono, especialmente en relación con el Artículo 6 del Acuerdo de París, que establece mecanismos de cooperación internacional para reducir emisiones.

En el nuevo texto, Argentina reconoce a los mercados de carbono como una fuente adicional y relevante de financiamiento climático, siempre que se garantice la integridad ambiental, social y económica. Además, manifiesta su intención de participar en mecanismos bilaterales, regionales o multilaterales de cooperación voluntaria, abriendo así la puerta a esquemas de transacción y colaboración internacional que hasta ahora no contaban con una definición formal en la política nacional. Esto es importante ya que permite la venta de créditos de carbono a precios mayores a los del mercado actual argentino (mercado voluntario), lo cual puede garantizar la viabilidad financiera de proyectos de gran escala e impacto.

Participación del sector privado y beneficios compartidos

El documento también destaca que los mercados de carbono pueden contribuir al cumplimiento de la meta nacional, mediante esquemas que distribuyan los beneficios de la reducción de emisiones entre el país comprador y la Argentina. Este enfoque refuerza la idea de que el sector privado tiene un rol central en la generación de proyectos de reducción y remoción de carbono, y que será clave la creación de incentivos regulatorios y económicos que estimulen la inversión y la participación empresarial.

Un avance hacia la COP30 y la acción climática federal

La versión final del documento será publicada en el sitio oficial de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) durante la primera semana de la COP30, que se celebrará en noviembre en Brasil.

Desde la Mesa Argentina de Carbono, se considera que esta actualización representa un avance relevante en la construcción de una estrategia climática más articulada y coherente con las oportunidades del país.

“El reconocimiento explícito de los mercados de carbono dentro de la NDC es un paso muy importante. Al permitir que los créditos de carbono argentinos se puedan comercializar en los mercados internacionales, es posible lograr precios de venta mucho mayores, lo cual puede hacer viables proyectos que hoy económicamente no lo son. Esto redundará en impacto social, ambiental y económico en más territorios y a mayor escala. Pero para ello se deben generar acuerdos con países compradores de créditos de carbono, tal como ya lo han hecho otros países de la región, o incluso generar otros mecanismos que permitan la comercialización internacional”, destacaron desde la organización. “En este sentido, Argentina tiene un gran potencial de no solo cumplir sus compromisos internacionales mediante mecanismos trazables (muy &uacu te;tiles también para cumplir con requerimientos de exportación a algunos mercados), sino también puede ser proveedor de reducciones de emisiones al mundo, generando así negocios complementarios para el sector agropecuario, la industria, las energías renovables y la foresto-industria, entre otros”.

En un contexto global que demanda mayor acción y transparencia, la nueva NDC 3.0 marca una oportunidad para consolidar una visión nacional del carbono como motor de desarrollo sostenible, donde cada actor económico pueda aportar a la mitigación y al crecimiento verde del país.