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Seis principios para hacer compatible desarrollo renovable y cuidado de la naturaleza

El uso continuado de combustibles fósiles, el cambio climático y la contaminación atmosférica –dos amenazas importantes e interrelacionadas para el bienestar humano y el planeta– impulsan la necesidad imperiosa de acelerar la transición de los combustibles fósiles a las energías renovables. Pero el despliegue de las energías limpias debe ir acompañado de medidas para salvaguardar la biodiversidad y los ecosistemas.

Para minimizar los impactos, preservar y mejorar la biodiversidad, así como garantizar la salud de los ecosistemas, se necesitan medidas específicas que funcionen en armonía con la naturaleza. IRENA orienta sobre cómo lograrlo: 

Principio 1. Enfoque integrado. Acelerar el desarrollo energético positivo para la naturaleza requiere un enfoque integrado para identificar y designar áreas con alto potencial para la generación de energía renovable combinado con un impacto ambiental mínimo. IRENA cita como ejemplo Croacia, donde “la ubicación inteligente ayuda a integrar los datos ambientales y sociales con el potencial solar y eólico, lo que permite identificar los terrenos adecuados para el desarrollo solar y eólico, evitando al mismo tiempo los sitios ecológicamente sensibles o culturalmente significativos”.   

Principio 2. Coutilzación. Se debe dar prioridad a los emplazamientos que ya han sido modificados y al uso dual o múltiple de las estructuras existentes. En el mundo existen suficientes áreas modificadas de este tipo para satisfacer las necesidades energéticas mundiales. Algunos ejemplos son las tierras agrícolas, los edificios, los aparcamientos, las tierras degradadas y los terrenos industriales abandonados. La solar fotovoltaica flotante, por ejemplo, permite un uso más eficiente de los recursos terrestres y contribuye a una mejor regulación de la temperatura y a la reducción del crecimiento de algas.

Principio 3. Conservar, restaurar y mejorar.  Esta planificación proactiva ayuda a salvaguardar los ecosistemas evitando impactos perjudiciales, devolviendo los sitios a su estado original siempre que sea posible o compensando cualquier pérdida inevitable debida a la nueva instalación. Estableciendo un punto de referencia en la industria, ScottishPower Renewables ha emprendido un proyecto de restauración de turberas a gran escala en el parque eólico terrestre más grande del Reino Unido, Whitelee, al tiempo que ha creado espacios comunitarios y senderos, lo que ha contribuido a generar apoyo público.

Principio 4. Gestión adaptativa. Los ecosistemas son dinámicos y complejos. Deben utilizarse enfoques y tecnologías de gestión adaptativa para responder a las pruebas emergentes del movimiento de la fauna silvestre o el crecimiento de las plantas. Así, proyectos como el parque eólico construido por Masdar en Uzbekistán, utilizan la inteligencia artificial para ajustar sus operaciones y proteger a las aves rapaces.

Principio 5. Ampliar la vida útil de los proyectos. Las medidas destinadas a prolongar el ciclo de vida previsto de los proyectos existentes permite que sigan produciendo energía sin los impactos ambientales adicionales asociados a las nuevas construcciones. La repotenciación de las instalaciones existentes con nuevos equipos puede restaurar la eficiencia y la fiabilidad. 

Principio 6. Participación de los actores locales. Esto es esencial para todos los proyectos en todas las fases de desarrollo. Se requieren medidas de consulta y participación de la comunidad para lograr el apoyo público y utilizar los conocimientos tradicionales y científicos locales, lo que contribuirá al éxito y la sostenibilidad a largo plazo del proyecto.