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OMS advierte por hongos que preocupan al mundo

OMS advierte por hongos que preocupan al mundo que, aunque no suelen estar en el radar cotidiano, están generando preocupación global. Algunas especies se propagan rápido, resisten tratamientos y ya se los considera una amenaza pandémica emergente.

Una amenaza silenciosa que crece en las sombras

En los últimos años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha comenzado a alertar sobre un fenómeno poco visibilizado: el aumento de infecciones graves provocadas por hongos. No se trata de los hongos comestibles ni de los que vemos en jardines, sino de microorganismos invisibles que pueden invadir pulmones, sangre o tejidos cuando el sistema inmune está debilitado.

Según la OMS, el cambio climático, la resistencia a medicamentos y la expansión de ambientes hospitalarios mal higienizados están facilitando su propagación. Algunos científicos ya hablan de una «pandemia fúngica silenciosa».

Uno de los hongos más preocupantes para la salud pública es Candida auris, una especie que puede sobrevivir en superficies durante semanas y es resistente a múltiples antifúngicos. Ha causado brotes en hospitales de todo el mundo y, en algunos casos, tiene una tasa de mortalidad de hasta el 60 %.

Además de este, la OMS identificó otros hongos de “alta prioridad”:

  • Aspergillus fumigatus, común en ambientes con polvo o materia orgánica en descomposición. Puede causar infecciones pulmonares graves.
  • Cryptococcus neoformans, que ataca el sistema nervioso, sobre todo en personas inmunodeprimidas.
  • Candida albicans, presente en el cuerpo humano pero capaz de volverse peligrosa bajo ciertas condiciones.

¿Por qué aumentan los casos y qué tiene que ver el clima?

El calentamiento global también está afectando el comportamiento de los hongos. Algunos estudios sugieren que, al adaptarse a temperaturas más altas, más especies podrían sobrevivir dentro del cuerpo humano. Además, fenómenos como la deforestación y la agricultura intensiva alteran los ecosistemas, exponiendo a los humanos a nuevos patógenos.

Sumado a esto, el uso excesivo de antifúngicos en la industria agrícola estaría acelerando la resistencia de muchas cepas, haciendo más difícil tratarlas con medicamentos tradicionales.

¿Hay riesgo de una pandemia como la del COVID?

Aunque los hongos no se transmiten de forma tan explosiva como los virus respiratorios, sí pueden volverse incontrolables en hospitales, donde los pacientes ya están debilitados. La OMS advierte que la falta de diagnósticos rápidos, de tratamientos efectivos y de vigilancia global agrava el problema.

Ya existen brotes que afectan a miles de personas por año, y los sistemas de salud aún no están preparados para contenerlos a gran escala.

¿Qué podemos hacer como sociedad?

  1. La prevención comienza con la educación y la toma de conciencia. Algunas acciones recomendadas incluyen:
  2. Evitar la automedicación con antifúngicos o antibióticos.
  3. Promover prácticas de higiene en entornos médicos y comunitarios.
  4. Apoyar la investigación en nuevos tratamientos y vacunas antifúngicas.
  5. Consumir alimentos sin agroquímicos y de origen sustentable para reducir el uso de fungicidas.