ActualidadDesarrollo sostenibleNoticias

Semana clava para los granos por la geopolítica, el clima y las decisiones políticas

El reciente enfrentamiento entre Irán e Israel vuelve a poner en el centro de la escena al estrecho de Ormuz, por donde transita un tercio del petróleo mundial. Las amenazas de cierre de esta vía estratégica suman incertidumbre a los precios de la energía y, con ello, a los mercados agrícolas globales.

“La tensión en Medio Oriente impacta especialmente al trigo, ya que esta región es un importante exportador”, explicó Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral. “En paralelo, la posibilidad de que Estados Unidos eleve el corte de biodiesel y restrinja beneficios fiscales al importado podría generar un incremento en la demanda de aceite de soja”.

Del lado bajista, el clima en EE.UU. sigue siendo mayormente favorable para la producción de maíz y soja, aunque la condición de los cultivos de soja muestra una leve baja. “Lo que ocurre en julio será clave, ya que comienza la floración y los pronósticos marcan condiciones algo más secas”, señaló Romano.

En Brasil, la atención está puesta en la safrinha de maíz, que avanza lentamente pero se espera que tome impulso el próximo mes, coincidiendo con el pico exportador de ambos países. “Esto puede generar una presión bajista adicional para el maíz argentino, que además se comercializa con mucha lentitud”, advirtió el especialista.

En trigo, los precios reflejan en gran medida una cosecha muy buena en el hemisferio norte, con trillas avanzando en EE.UU., Europa y la región del Mar Negro. Sin embargo, tormentas puntuales en las planicies estadounidenses y la sequía en algunas zonas de Rusia introducen dudas. “Como los fondos especulativos estaban muy vendidos, cualquier noticia que complique la producción genera tomas de ganancias y subas de precios”, explicó Romano.

A nivel local, la comercialización de soja mostró una fuerte aceleración. Según datos oficiales al 16 de junio, casi 2 millones de toneladas se vendieron a precio y el total con precio fijo alcanzó el 31%, en línea con promedios históricos. No obstante, datos más recientes indicarían que este ritmo se habría reducido a la mitad.

“En el caso del maíz argentino, la cosecha avanza muy lentamente y preocupa la falta de espacio de almacenamiento, justo cuando comenzaría a competir con el saldo exportable brasileño”, indicó Romano. Esto, sumado al inminente aumento de los Derechos de Exportación previstos para el 30 de junio (de 9,5% a 12% para maíz y de 26,5% a 33% para soja), configura un escenario complejo. “Aunque se descuenta en precios, hay rumores de que podría postergarse la suba del maíz”, agregó.

Con múltiples factores en juego, desde la geopolítica hasta el clima, pasando por decisiones regulatorias clave, los próximos meses se anticipan con alta volatilidad para el mercado de granos.